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Los Saussure; Puebla, lingüística, historia natural

Los Saussure; Puebla, lingüística, historia natural

Febrero 03, 2023 / Por Alejandro Hernández Daniel

Portada: Corte transversal de un tallo vegetal en el libro Curso de Lingüística General de Ferdinand de Saussure.

 

Después de mi retiro de las aulas universitarias tras el nacimiento de mi hija, he vuelto a la actividad académica. Recuerdo que previo a aquella partida, solía frecuentar algunas clases en calidad de oyente en los diferentes colegios que integran la Facultad de Filosofía y Letras como los de Historia, Filosofía y el de Lingüística y Literatura Hispánica.

Considero que aunque pertenezco al Colegio de Procesos Educativos, no podía dejar pasar la oportunidad de enriquecerme con la diversidad de estudios y enfoques que otros colegas y profesores pueden ofrecer, además de que años antes me había formado en la entonces Escuela de Biología, hoy conocida como Facultad de Ciencias Biológicas (aunque coincido con su fundador el doctor Ismael Ledesma Mateos en que es un error que se le identifique como de “Ciencias Biológicas” y no Biología), por lo que mis interés no se limitan al ámbito educativo.

En una de aquellas visitas a Lingüística y Literatura Hispánica volví a reencontrarme con una estimada profesora que tuve en la Preparatoria 2 de Octubre y que impartía clases en el colegio. Tras conversar brevemente, me invitó a asistir e integrarme a uno de sus grupos, por lo que acepté. Debo de admitir que no terminé el curso hasta el final del semestre pero me interesó escuchar de manera somera sobre algunos personajes como: Noam Chomsky, Algirdas Greimas, Roland Barthes y Ferdinand de Saussure.

Después de unas semanas, la profesora y yo entablamos una conversación en la que ella me preguntó sobre qué estaba interesado en presentar como una futura tesis en Procesos Educativos, a lo que respondí que estaba trabajando sobre la relación de Jean Piaget con la disciplina de la biología llamada Embriología, tras lo cual me comentó que alguna ocasión llegó a leer que algunos lingüistas, como Ferdinand de Saussure, tenían vínculos con algunos que se dedicaban a la Historia Natural. Por aquel entonces esa mención quedó en el desván de mi memoria tras no encontrar de manera inmediata algún hilo a seguir, pero tuvo el peso suficiente como para que me animara a adquirir en una librería de viejo el Curso de Lingüística General de Saussure.

Lo que me convenció de comprarlo, más que el contenido con el que todavía no estaba lo bastante familiarizado, fue la descripción en la contracubierta que mencionaba que entre 1907 y 1911 Saussure había impartido tres cursos de lingüística general en la Universidad de Ginebra y que, después de su muerte, dos de sus discípulos a partir de notas y apuntes conformaron lo que sería el contenido de aquel libro, pues en sus palabras lamentaron que las enseñanzas de su maestro nunca salieran publicadas bajo algún título, por lo que se dieron a la tarea de querer hacer un ajuste entre sus propias notas y las de algunos colegas con los documentos y manuscritos personales de Saussure a los que les dio acceso su esposa, pero se llevaron una decepción al advertir que había más bien poco de provecho, pues Saussure tenía por costumbre destruir sus esbozos.

Después de lo anterior, se sigue y sugiere que los cursos de Saussure suponen el nacimiento de la lingüística contemporánea y que tras la publicación de aquel libro (compuesto por múltiples autores) hubo un impacto en otros campos y especialidades de las humanidades.

Después de leer un poco, algo captó mi atención, pues encontré la ilustración del corte de un vegetal en la sección “La diferencia de los órdenes ilustrada por comparaciones”, que es parte del capítulo III, “La Lingüística estática y la lingüística evolutiva”, tras lo cual tuve la curiosidad en saber un poco más sobre lo poco que había de la descripción biográfica de Ferdinand de Saussure en el mismo libro, para saber quién pudo haberlo influido en este sentido, pero lo que hay es más bien escaso, pues solo se alcanza a decir que nació en el seno de una familia de sólida formación científica, que contaba entre sus antepasados con geógrafos, físicos, naturalistas y viajeros, pero sin precisar ningún nombre.

Sin más alicientes para embarcarme en una búsqueda de este tipo en aquellos años, decidí dejar esa curiosidad sobre la vida de Saussure, hasta que de manera reciente tres circunstancias me llevaron de vuelta a ello y que curiosamente tienen ciertos vínculos insospechados con mi propia investigación sobre Piaget y la embriología.

1) Una dedicatoria póstuma del padre de Ferdinand, Henri de Saussure, al naturalista René-Édouard Claparède, que se dedicó, entre otras cosas, a la embriología descriptiva de moluscos y arañas, siendo —junto con su colega, el alemán exiliado en Suiza Carl Vogt— uno de los principales impulsores de las ideas de Charles Darwin en el país helvético. Además, René-Édouard fue tío del fundador del Instituto Jean-Jacques Rousseau en Ginebra, el médico y pedagogo Édouard Claparède, quien a su vez invitó a Piaget a unirse a aquella institución donde a la postre se volvió director de investigación de 1921 a 1925.

2) Encontré la mención de que Henri de Saussure fue uno de los primeros colaboradores en participar con el Museo de Historia Natural de Ginebra, del que uno de los mentores de Piaget, el ginebrino Maurice Bedot, se hizo cargo a partir de 1912, mismo año en el que estableció correspondencia con Piaget antes de ingresar a la Universidad de Neuchâtel en 1915, teniendo como interés común la taxonomía de moluscos. Durante su etapa de estudiante de doctorado, Bedot se dedicó a trabajar aspectos de embriología sobre el desarrollo de los nervios craneales en anfibios, llegando a trabajar en el laboratorio del alemán Oskar Hertwig, quien junto al suizo Hermann Fol fue de los primeros en observar la fecundación de un óvulo por un espermatozoide, teniendo como modelo la estrella de mar.

3) En el libro Biología y Conocimiento. Ensayo sobre las relaciones entre las regulaciones orgánicas y los procesos cognoscitivos, de Piaget, aparece una breve cita que dice: “Hay un grupo de especies vivaces como los Sedum acre L., de Europa, o moranense de H. B. y K. de Méjico”. Lo que me hizo pensar si se relacionaba con nuestro país, teniendo en cuenta que antes era frecuente que escribieran México con “J”, y además ¿a quién o a quiénes se refería esa abreviación H. B. K.? Lo que me llevó a enterarme de que tal alusión corresponde a las colectas botánicas que llevó Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland de América a Europa, siendo en París, entre 1912 y 1913, donde Humboldt buscó y pidió la colaboración de Carl Sigismund Kunth para continuar la publicación del libro de campo que describe plantas y animales observados o colectados, conocido como el Journal botanique.

4) La anterior mención de Humboldt por Piaget me hizo pensar en la influencia que el explorador alemán tuvo en ciertos círculos intelectuales como científicos en Europa, pues es bien sabido, por ejemplo, que Darwin tuvo interés en los viajes de Humboldt. Por otra parte, el estonio Karl Ernst von Baer, considerado uno de los artífices de la moderna disciplina científica de la embriología, le envió a Humboldt una copia de su libro Über Entwickelungsgeschicte der Thiere. Beobachtung und Reflexion, que se podría traducir como Sobre el desarrollo histórico de los animales. Observación y reflexión, junto con una dedicatoria.

Llegado a este punto, usted se preguntará: ¿y ahora cuál es la conexión entre Henri Saussure y Humboldt? Bien, esto cobró un poco más de “forma” cuando, al haber ya leído sobre la presencia de Humboldt en Puebla y Cholula (que es donde resido), di con un interesante trabajo publicado en 1917 que fue parte de las Memorias de la Sociedad Científica Antonio Alzate, autoría de Enrique Juan Palacio, que llevaba como temática “Puebla, su territorio y sus habitantes”, donde al comienzo de la obra escribe:

 

“Me permito dedicar a esa distinguida sociedad el estudio ‘Puebla y su Territorio’, no pocos de cuyos datos los debo a la selecta biblioteca formada por el señor (Rafael) Aguilar y Santillán. Sin ella, y a pesar de mi larga residencia y viajes por aquella importante entidad de la Federación mexicana, faltaría en este trabajo bastante de lo que pudiera prestarle algún interés”

“¡Hecho a la verdad curioso! La bibliografía especial de Puebla es muy pobre; la indirecta, riquísima. Ello puede deberse, entre otras causas, a la peculiar posición del Estado en el suelo nacional, gracias a la cual, numerosos escritores y hombres de ciencia, sin proponérselo directamente, fijaron sus ojos en la comarca poblana, emprendiendo varias clases de investigaciones que han resultado luminosas a la vez y originales. Baste citar, simplemente, los nombres de Saussure. Virlet d’Aoust, Enrique Galeotti y los sabios de la misión científica francesa (sin hablar de Humboldt, por supuesto), así como los de los señores Heilprin, Félix y Leuk, Villada, Vergara, Aguilera y Ordóñez entre los modernos

 

Esto hizo que reavivara mi anterior interés por Ferdinand de Saussure y ahora con saber quién fue su padre (con el extra de que estuvo en nuestro estado), cosa que no tardé en encontrar puesto que el ya mencionado mentor de Piaget, Maurice Bedot, escribió una necrología sobre el antiguo colaborador del Museo de Historia Natural de Ginebra, y con el “plus” de que la publicación lleva los nombres como colaboradores de otros dos científicos vinculados con Piaget: su profesor de Biología General y Embriogenia en la Universidad de Neuchâtel Edmond Béraneck y el Zoólogo Emile Yung, dedicado a la histología, anatomía y fisiología de los moluscos. En su memoria entre otras cosas sobre Henri de Saussure por Bedot se lee:

 

Nacido en Ginebra el 27 de noviembre de 1829, pertenecía a una de las familias ginebrinas que más honraban las ciencias. Su bisabuelo Nicolás de Saussure, insigne agrónomo, dejó numerosos trabajos agrícolas. Tuvo la suerte de llegar a una edad lo suficientemente avanzada para ver la brillante carrera científica de su hijo, Horace-Benedict, cuyas notables aptitudes para la historia natural se habían desarrollado rápidamente bajo la benéfica influencia de su tío Charles Bonnet.

Théodore de Saussure, hijo de Horace-Benedict y tío de Henri, fue profesor en la Academia de Ginebra y publicó importantes obras de física, química orgánica y fisiología vegetal. Fue miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de París.

Tras pasar varios años de su juventud en el Instituto Fellenberg de Hofwyl, en el cantón de Berna, Henri de Saussure ingresó en la Academia de Ginebra en 1845. Se dedicó al estudio de las ciencias y en especial de la zoología. Aquí es donde comenzó, por consejo de su maestro F.-J. Pictet-de la Rive, el estudio de las avispas.

Duruy, habiendo llamado a Henri de Saussure para incorporarse al Comission scientifique du Mexique, ciertas obras del erudito ginebrino han sido incluidas en las publicaciones de la Comission

 

Así que, como reflexión final, cierro con el título de la sección de un libro que escribió un estimado profesor y amigo: “Filiación y vocación” al referirse a tradiciones familiares dentro de la historia de las ciencias, en este caso de los Saussure (padre e hijo) inmersos tanto en las Ciencias Naturales como en la Lingüística.

Alejandro Hernández Daniel

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