Gorilas en Trova

Gracias por la sonrisa amiga 2022

Gracias por la sonrisa amiga 2022

Diciembre 22, 2022 / Por Maritza Flores Hernández

A menos de ocho días para terminar este 2022 se impone ponderar el presente e imaginar el futuro 2023. Por cierto, querido lector, ¿Usted ya prepara la lista de cosas por las cuales agradece a este pandémico año?

 

El 24 de diciembre casi la mitad del mundo celebra la Nochebuena, y al día siguiente la Navidad, época de alumbramiento de la razón humana para concebir un instante de buenos pensamientos.

Es el ámbito donde se generan voluntariamente las cavilaciones que se contraponen a los más desleales de los deseos humanos: la lujuria, la glotonería, la envidia, etc. ¿El modo de lograrlo? Declarar enfáticamente la firme voluntad de hacer lo correcto por una vez y de actuar en consecuencia.

No se trata de una tarea fácil, por eso acudimos a los poetas y nos concedemos un poco más de tiempo, hasta las doce de la noche del 31 de diciembre, para cerrar con un inventario más o menos surtido de las mercedes que en suerte nos tocaron, acompañado del reconocimiento hacia quienes las trajeron: la fortuna, las personas que nos rodean y, por qué no, la Divinidad.

Es fundamental abrir la mirada y el pensamiento a todas las entidades materiales, concretas, intangibles, espirituales, virtuales, etcétera, especialmente a las más simples, aquellas que damos por sentadas, como nuestras, para comprender de qué hemos disfrutado y padecido —a veces—, sin advertirlo.

Salvador Novo (1904-1974), en su poema “Gracias, Señor”, pone el ejemplo:

 

Gracias, señor, porque me diste un año

en que abrir a tu luz mis ojos ciegos;

gracias porque la fragua de tus fuegos

templó en acero el corazón de estaño.

 

El poeta mexicano, Novo, no duda en pronunciar la palabra “Gracias”; así admite de antemano los regalos que ha tomado, sin cuestionar si los merece o no; es decir, acepta que ha recibido lo que ha recibido.

Por otra parte, dirigiéndose a la divinidad identifica su propia condición de ser mortal, negando que él pretenda ser un dios o un semi-dios; de esta guisa, se aproxima a la figura del humilde; esto es, de aquel que se conoce hasta en sus propias debilidades. Por ello sostiene haber estado hecho de estaño, elemento tan modesto que apenas sirve para forrar las latas de aerosoles o refrescos.

Sin embargo, debido a que es puesto a prueba en los hornos de la realidad, logra transformar su núcleo en acero: material dúctil, flexible, maleable, resistente y con la dureza suficientes para formar parte de un submarino y descender a las profundidades del mar o para ir más allá de la atmósfera terrestre, revistiendo a una estación espacial.

Al referirse a la “fragua de tus fuegos” no se limita a sus resultados, pues agrega:

 

Gracias por la ventura y por el daño

por la espina y por la flor; porque tus ruegos

redujeron mis pasos andariegos

a la dulce quietud de tu rebaño.

 

Acertando a describir las dos caras que tienen todos los eventos y cómo estos trascienden en un plan, llamados “ruegos”, guiándolo a la placidez del orden, al sacarlo de la existencia azarosa y conflictiva en la que se hallaba.

Salvador Novo, también ensayista y dramaturgo, continúa:

 

Porque en mí floreció tu primavera;

porque tu otoño maduró mi espiga

que el invierno guarece y atempera.

 

Dando a entender: la virtud renace en el poeta debido al cumplimiento del plan, seguido voluntariamente por él, evolucionando durante y tras el otoño y el invierno, colmados de experiencias buenas y malas que aprovechó plenamente.

Novo concluye:

 

Y porque, entre tus dones, me bendiga

—compendio de tu amor— la duradera

felicidad de una sonrisa amiga.

 

Agradece la ayuda, la protección y el amor que le son otorgados, aquí, bajo el símbolo de la “sonrisa amiga”. Lo que explica por completo el verso inicial:

 

…porque me diste un año

en que abrir a tu luz mis ojos ciegos…

 

Ya que se suele ver sin mirar ni apreciar lo que se tiene: abrir los ojos, caminar, respirar sin dificultad; la lluvia y el olor a tierra mojada; la mano que saluda; la sonrisa del padre y el sabor del helado; la conversación con la madre y la textura de las naranjas; la ingenuidad del pequeño hijo y el cariño del nieto; el café caliente, el calor de la primavera, un año…

 

Desde luego, “Gorilas en Trova” y su creadora hacen patente sus más expresivas y sinceras Gracias a este año 2022 por todas y cada una de las vivencias que, sin excepción, fueron nuevas; algunas, originales; otras más, proteicas; y ninguna nos dejó indiferentes.

Gracias, igualmente, a todos los poetas, ensayistas, cuentistas, novelistas, minificcionistas, dramaturgos, literatos, ilustradores, traductores, compiladores, realizadores, guionistas, cantautores y científicos convocados:

J.R.R.Tolkien, Ana Mata Buil, Wislawa Szymborska, Gerardo Beltrán, Abel A. Murcia, María Cristina Ramos, Jane Austen, sor Juana Inés de la Cruz, Roser Vilagrassa, Stephen Hawking, William Shakespeare, Julio Torri, Bram Stocker, Oscar Wilde, José Alfredo Jiménez, Juan Pedro Hernández Osuna, Raquel Hoyos Guzmán, Annie Ernaux, Lydia Vázquez Jiménez, Yolanda Ramírez Michel, Jean de Brunhoff, María Puncel, Mary Oliver, san Juan de la Cruz, Jacques Roubaud, José Luis del Castillo, Francisco Castaño, Jesús Munárriz, Jorge Reichman, Ada Salas, Jenaro Talens, Pedro Salinas, Salvador Rueda, Jaime Torres Bodet, Raúl Godínez, Fernanda Valencia Ortega, Ariadna Valencia, Augusto Monterroso, Juan José Arreola, Salvador Elizondo, Édgar Omar Avilés, Javier Perucho, John Musker, Ron Clemens, Roger Allers, Hans Christian Andersen, los autores de la colección de relatos de Las mil y una noches, los Goliardos, las Trobairitz y a Salvador Novo.

Autores nacionales de Reino Unido, Polonia, Argentina, México, Irlanda, Francia, Estados Unidos de Norteamérica, España, Guatemala, Dinamarca y Oriente Próximo.

En el mismo sentido, gracias a nuestros entrevistados: Jean-Christophe Candau, Ileana Ortiz, Máximo Elías Guerra Castillo, Elel Parra, Miguel Ángel Huerta Parraguirre, Raúl Mora, Luis Manuel Pimentel, Tirso Castañeda, Diana Verónica Cortés Espinosa y Ramón Almela —originarios y procedentes de distintas ciudades de Francia, México, Venezuela y España—, por transmitir sus conocimientos, mundología, arte y ciencia.

Gracias, a Usted, querido lector, por sus lecturas y reflexiones; por la generosidad de su tiempo; por sus palabras dichas o escritas; sobre todo, Gracias por compartir este espacio.

Gracias por la sonrisa amiga.

Gracias por un año más.

Felices fiestas decembrinas, y nuestros mejores deseos para el próximo 2023.

Maritza Flores Hernández

Cuentista, ensayista y también abogada. Egresada de Casa Lamm, donde hizo la Maestría en Literatura y Creación Literaria. Considera el arte, la ciencia y la cultura como un todo. Publica dos columnas literarias cada semana, en distintos diarios. Su obra ha formado parte de la antología de cuentos “Cuarentena 2020”.

Maritza Flores Hernández
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