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La historia está en nosotros a cada instante

La historia está en nosotros a cada instante

Junio 01, 2021 / Por Maritza Flores Hernández

Portada: Francisco Hernández Echeverría, Irma Erika Rocha Espinoza y Adán García Martínez, respresentantes del Colectivo Internacional de Historia y Cultura Tlacaélel. Foto de la autora.

 

El “Colectivo Internacional de Historia y Cultura Tlacaélel” responde a la necesidad que tiene el mundo de comprender su propia historia y de cómo la resignificamos. Sus fundadores, Adán García Martínez (presidente), Irma Erika Rocha Espinoza (secretaria general) y Francisco Hernández Echeverría (vicepresidente), conversan sobre la importancia de estos temas y las acciones necesarias para defender la historia.

 

—¿Por qué este colectivo lleva el nombre de Tlacaélel?

—Adán: Tlacaélel fue el nombre de un gran guerrero, hijo del segundo taltoani azteca, Huitziuitl, y junto con su tío Iztcoatl, cuarto tlatoani de Tenochtitlán, llevó a la guerra de liberación contra los Tepacnecas de Aztcapotzalco y al esplendor del imperio azteca en el siglo XV.

—¿Cual es le propósito o finalidad de este colectivo?

—Francisco: Uno de los propósitos principales es presentarle al público en general lo que es la historia. Porque no es una disciplina muy abordada, menos en estos tiempos de mercantilización, donde las humanidades no son consideradas.

El planteamiento de hacer una propuesta colectiva de historia es precisamente dar a conocer, difundir y propagar ideas de lo que es la historia.

Pero no quedarnos en la historia como un pasado que ya pasó y que es inamovible. Sino al contrario, es reactualizarlo con las nuevas condiciones que estamos viviendo o como se resignifica los conceptos o categorías históricas en esta época.

Hemos visto la bibliografía que se ha publicado, hay nuevos elementos que se han encontrado o nuevos archivos que se han explotado; eso cambia la idea y la imagen de un evento histórico, lo que fue útil en un momento; pero ahora se puede resignificar. Así, uno de los principales objetivos del colectivo también es dar a conocer un hecho histórico como tal.

—Partiendo de la idea de que, al encontrarse algo nuevo —por ejemplo, un descubrimiento de un sitio arqueológico o documentos—, da como resultado que la historia cambia, ya que se resignifica la historia; entonces ¿la historia es algo real o un acto de fe?

—Erika: Hay una confusión respecto a la percepción histórica. Los historiadores nos despegamos de la percepción de nuestro tiempo actual y nos remontamos hacia ese tiempo histórico; no es fácil, porque hablamos de muchos años atrás. Ya que tenemos que ser muy objetivos.

Nos apoyamos en la evidencia histórica; no se trata de malviajar, como ocurre en los cuentos o las historias fantásticas.

En la historia, aterrizamos con una objetividad; es por eso que el historiador, en su campo historiográfico, siempre busca los hechos lo más real posible.

Siempre de acuerdo a fuentes fidedignas, que nos lleve a comprender que la historia se forma continuamente, pero si la percibimos solamente desde el exterior, de una manera muy vaga, la cambiamos a misticismos o a algo que no tiene fundamento.

Por eso el colectivo quiere fomentar la historia, difundirla de una forma crítica, de una manera de construcción, de una forma objetiva.

Pues se ha perdido la valía de la historia porque es considerada como algo pasajero, como que no concerniera a nuestras vidas; la gente cree que la historia no tiene nada que ver con ella, y por ello los jóvenes van perdiendo interés.

Se trata de hacer Historia social, crítica, política, humanista, que nos vaya abriendo ese concepto de lo que realmente encierra la historia, pues la vivimos día a día y está en nosotros en cada instante.

Creo que, como historiadores, tenemos que hacer ver a la gente de qué se trata la historia porque la gente tiene ideas muy equivocadas y muy vagas.

—¿Existen las fake news en la historia?

—Adán: Sí claro, en la historia existe mucho de esa situación.

Tal vez, el ejemplo más conocido es la carta presuntamente redactada por el emperador romano Constantino I el grande, que justificaba a los estados pontificios.

El papado la usó para justificar su autoridad temporal y espiritual sobre lo estados pontificios.

Durante el siglo XV, un sabio de Florencia demostró que esa carta era falsa.

Imaginen: trece siglos tuvieron que pasar para que se dieran cuenta de que ese documento era falso.

Como ese ejemplo de toponímicos existen otros en la historia.

La historia es una combinación de situaciones objetivas y subjetivas. Subjetivas porque los historiadores analizamos desde nuestro criterio; pero también, hay un punto de vista objetivo, donde nos tenemos que basar en la fuente.

En la Crónica mexicáyotl, Chimalpain refiere que Tlacael tuvo 83 hijos e hijas con más de cincuenta mujeres. Es una de las fuentes, pero que se pueda comprobar este dato, es complicado.

Porque cuando uno de los taltoanis moría, quemaban sus restos. Hasta este momento, no se ha encontrado ninguna tumba de un tlatoani azteca.

Cuando se encuentren los restos de alguno de los Tlatoanis y las condiciones sean las adecuadas para aplicar la técnica del ADN, entonces se podrá decir si esos restos corresponden a un tlatoani en específico o a alguna otra persona.

En el caso de Moctezuma, hay descendientes en ciudad de México, en Guerrero, en el Estado de México. La mayoría de ellos tienen papeles que los avalan, pero no todos, porque tuvieron el privilegio de heredar propiedades.

Pero hay quienes no heredaron propiedades ni títulos, son parte del pueblo; eso no lo conoce la gente.

Y aunque llevan la sangre azteca, si no tiene un acta que los respalde como descendientes, entonces, por el momento, no hay manera de comprobarlo objetivamente.

—¿Qué pasa si ustedes, como colectivo, se encuentran con un descendiente de Hernán Cortés o de Moctezuma?

—Adán: Nosotros a través de enlaces y contactos encontramos al descendiente de Hernán Cortes, en la generación número 16. Por ello tuvimos un evento el pasado 19 de abril de este año. Se llama Ascanio Pignatelli, nacido en Roma. Es uno de los más conocidos descendientes de Cortés.

Sin embargo, la descendencia de Cortés es bastante amplia. Hay una rama que vive en España y otra en Italia.

El más destacado es él porque se hizo internacionalmente famoso por el encuentro que tuvo cuando se cumplieron los quinientos años, el 8 de noviembre de 2019, entre Hernán Cortés y Moctezuma Xocoyotzin.

—Erika: Este encuentro se da en el rodaje que hizo Miguel Gleason durante el documental “El reencuentro: Moctezuma y Cortés, 500 años”. Aquí es donde el descendiente de Cortés, generación décimosexta, y el descendiente de Moctezuma II, generación décimocuarta, se encuentran y se dan el famoso abrazo del perdón. Lo hacen con el fin de limar asperezas y continuar con el presente, sin olvidar el pasado pero sí superándolo, porque muchas personas siguen arrastrando ese sentimiento del sometimiento y de la victimización.

Nos llamó la atención este documental y contactamos con ellos, para llevar a cabo esta entrevista con Ascanio Pignatelli, el 19 de abril del presente año.

—Ustedes ya hicieron una entrevista a Ascanio Pignatelli, ¿podríamos tener la oportunidad de verla?

—Francisco: La conferencia ya esta en las redes sociales, en nuestra pagina de Facebook. La vamos a compartir en otros grupos. Damos a conocer la entrevista y cómo percibe este descendiente su propia historicidad.

Porque, a veces, uno se imagina que los descendientes de alguien importante están en el mismo tenor.

Pero vamos cambiando y sabes que eres descendiente de alguien, pero no tiene nada que ver con tu vida particular. Algunos se apegan al script familiar, y otros se deslindan, saben que son parte de un linaje, pero no son actuales. Así nos damos cuenta que las personas que descienden de un personaje histórico tienen su propia subjetividad y preferencias existenciales de una manera, a veces, muy separada y desidentificada del personaje familiar directo o indirecto.

—Parece pertinente ver la entrevista, porque se dieron y aceptaron el perdón un representante de la generación décimo sexta de Cortés, y el descendiente de la generación décimo cuarta de Moctezuma II. ¿Hasta donde pueden recibir y dar el perdón estos representantes actuales sobre hechos ocurridos 500 años atrás, y hasta dónde los mexicanos del siglo XXI necesitan recibir el perdón y dar el perdón por esos hechos?

—Adán: Como historiador, debemos hacer una reconciliación histórica con el europeo. No se puede vivir en un eterno odio hacia Europa o hacia España. Los que vivimos en el tiempo actual no tenemos la culpa de lo qué pasó hace quinientos años, ni el europeo ni los que estamos en América, ni en México.

Eso no se puede cambiar. Lo que sí podríamos hacer es cambiar la visión historiográfica que implementó el español hacia el indígena como un indio sometido, por ejemplo, cuando en las identidades se dice: “Es que el deporte nacional es la charrería”, cuando es un deporte de influencia española y de un periodo tan tardío como fines del porfiriato.

Otro ejemplo, el 15 de septiembre, el mexicano se viste de charro o de jorongo, cuando no es nuestra identidad, es una identidad falseada.

Nuestra verdadera identidad reside en lo prehispánico, evidentemente somos una mezcla, pero nuestra identidad no está en el siglo XIX sino viene de mucho más atrás.

Los que amamos la sabiduría ancestral, consideramos el Ulama o juego de pelota —el juego ancestral del que derivó en el culto a Quetzalcoatl—, que encontramos en esta tierra bendita desde hace 3000 años, tanto en el área náhuatl como en el maya, incluso en honduras.

Por otra parte, dentro de la organización de los calpullis actuales vamos a proponer una iniciativa consistente en el Ulama, que en maya se dice pok ta pok, se convierta en el deporte nacional en México.

—¿Cómo pueden conectarse con el calpulli los mexicanos nacidos en los siglos XX y XXI, que crecieron en el país y aman a México y a su cultura, que no pertenecen a ninguno de los pueblos originarios, aunque es probable que sí cuenten con algún ancestro popoloca, totonaca, mazateco, etc, y que no pueden negar que algún abuelo o uno de sus padres es oriundo de algún lugar de Europa, pues así pasó y sigue pasando?

—Adán: Los calpullis son incluyentes, hasta caben los extranjeros que aman la sabiduría ancestral, les parece una filosofía muy interesante. Somos incluyentes, aunque no sea de origen étnico.

Pero no cabe cualquiera, en muchos casos será necesaria una entrevista personal, para saber si existe el interés por la sabiduría ancestral; desde luego, todos los miembros de los calpullis tienen que aceptar al solicitante.

Es un proceso que admite revisar si la gente es intransigente; por ejemplo, pensemos en un neonazi que quiere implementar las ideas de Hitler, francamente no sería aceptado por los calpullis. Los filtros son necesarios, no es porque seamos excluyentes.

—¿Quiénes pueden formar parte del Colectivo Internacional de Historia y Cultura Tlacaélel:

—Erika: El Colectivo es abierto, puede incluirse toda la gente que desee empaparse de la historia y la cultura, que quiera participar de forma activa. Damos oportunidad de que colaboren con nosotros, pueden publicar algo referente a la historia o a la cultura en general, de este modo pueden contribuir. El colectivo es tanto para jóvenes como para adultos porque queremos fomentar y difundir la cultura en general.

Las puertas del colectivo están abierta a todo el público, pueden acceder desde la página de Facebook, la pagina web, a través de ellas les podemos dar información para agregarlos a la Fanpage y a la plataforma de Whatsapp.

No es necesario ser historiador; tenemos gente que no estudia historia ni ciencias sociales, están en otras carreras. Pero si les gusta, les interesa o les apasiona la historia o la cultura, pueden participar activamente o tener conocimiento de todo lo que ocurre en el colectivo.

La página de Facebook es, Colectivo Internacional de Historia y Cultura Tlacaélel.

El correo electrónico es, [email protected]

—¿Cuándo podremos ver la entrevista a Ascanio Pignatelli?

—Francisco: Desde el 26 de mayo del presente año está en las páginas del colectivo, y también las colaboraciones de mayo, que se publican cada mes, de otros colectivos, de gente apasionada por la historia y la cultura.

El colectivo tiene otras actividades en puerta. Por ejemplo, con motivo de los quinientos años de la caída de Tenochtitlán, estamos viendo cómo lo vamos a abordar y de ser posible, colaborar con otras organizaciones, incluso Tlaxcala, donde Adán participó en el Congreso de Tizatlán.

Vamos hermanando la historia prehispánica y la de Puebla. Recuerdo que en Puebla hubo una época, en los 90 del siglo pasado, se daba a conocer la historia virreinal de la ciudad. La doctora Galí Boadella sacaba mucha información al respecto.

La difusión de la historia eclosiona y se contrae.

Lo virreinal es muy importante, dado que está lo prehispánico para que esa combinatoria se de, máxime que es Puebla, por ejemplo, sus obispos: Juan de Palafox y Mendoza, Fernández de Santa Cruz, Francisco Fabián y Fuero, Victoriano López Gonzalo.

Muchos de estos obispos pusieron un grano de arena en esta historia colonial, que se conoce muy poco.

Recuerdo la época de la gestión de Héctor Azar, quien siempre, en sus entrevistas y conferencias, decía qu, ahí estaba la biblioteca Palafoxiana pero no se le metía mano, o la biblioteca Lafragua de la BUAP, donde hay investigadores que ya están sacando investigaciones pero que no se ha explotado bien las cuestiones paleográficas.

Buscamos nuevas perspectivas. Aclaramos: todo es extramuros, porque no estamos en una institución formalizada, académica, pero la investigación extramuros tiene una evidencia trascendente. Todos los que se dedican a la cultura saben que la riqueza de investigación sale extramuros más que de la investigación académica.

—Adán: Estamos invitando, entre otros a Eduardo Matos Moctezuma, fundador del templo mayor, para el mes de agosto, cuando se cumplan los quinientos años, el Colectivo y la Sociedad de Geografía de Historia de Tlaxcala, que fue la organizadora del Congreso Internacional Tizatlan, 500 años de Historia.

Para septiembre, estamos invitando a una entrevista a Eleonora Vittorini, artista plástica, restauradora de arte de Florencia, Italia.

—Francisco: Cabe aclarar que el Colectivo ha recibido el apoyo del programa de estudios universitarios de la BUAP, a cargo del maestro Daniel Alcántara, cuyos programas de historia, sociología y filosofía, están muy acordes con la actualidad. También la Universidad Metropolitana nos ha abierto sus puertas para llevar a cabo nuestros eventos.

—Erika: Tenemos actividad permanente. En nuestras redes sociales está toda la actividad e invitamos a participar en ellas. Antes era presencial pero ahora todo es virtual. ¡Que siga la historia!¡Que viva la cultura!

 

Los miembros fundadores del Colectivo Internacional de Historia y Cultura Tlacaélel están conscientes de que, con cada nueva evidencia, la historia se resignifica; que se trata de una historia viva pues está en nosotros a cada instante; por todo eso, desean dar a conocer, difundir y propagar ideas de lo que es la historia, y motivar a la gente para que no la olvide, porque el pasado sigue contando.

 

Maritza Flores Hernández

Cuentista, ensayista y también abogada. Egresada de Casa Lamm, donde hizo la Maestría en Literatura y Creación Literaria. Considera el arte, la ciencia y la cultura como un todo. Publica dos columnas literarias cada semana, en distintos diarios. Su obra ha formado parte de la antología de cuentos “Cuarentena 2020”.

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