Káos

Un amor menos tonto

Un amor menos tonto

Mayo 09, 2023 / Por Antonio Bello Quiroz

 

Portada: Marc Chagall, Sobre la ciudad, 1918.

 

 

No digo otra cosa que el amor, es el signo de un cambio de discurso

Jacques Lacan

 

En psicoanálisis no se habla de otra cosa que de amor. En una época donde ya no hay más mitos de amor, una época donde se ama sin brújula, una pregunta se deja escuchar con cierta frecuencia en los espacios dedicados a la transmisión del psicoanálisis, tanto a nivel clínico como teórico: ¿para qué sirve un psicoanálisis? Las respuestas pueden ir por varias vertientes, pero si nos ceñimos a la dimensión clínica y si asumimos, con Freud, que el psicoanálisis es un discurso de amor, entonces, sirve justo para ello, para hablar de amor, para poner en palabras las desgarraduras y los dolores del amor, los encuentros y desencuentros del amor, sus fracasos. Justo para ello sirve un análisis, para volver a amar, ahora quizá con un amor más vivo, menos tonto, es decir, menos narcisista. Es en este sentido que se puede ubicar la potencia de un análisis, tal como lo plantea Sigmund Freud en Análisis terminable e interminable, se trata de: “haber ofrecido al analizado toda la iniciación posible para reexaminar y variar su actitud”. Se trata, en la experiencia del análisis, como en la vivencia del amor, de una escena donde se monta otra escena. Una experiencia donde se produce un pasaje, una metáfora de objeto amado (erómenos) a amante (el que ama). De un amor al amor. Un amor después del amor como dice el gran Fito Paez.

El psicoanálisis acuña una nueva forma de amar, le llama amor de transferencia o neurosis de transferencia; es justamente el amor que se vive en la experiencia analítica, una forma de amar que permite situar, en la relación con el analista, la repetición de las vicisitudes de la vida amorosa con la finalidad de que en el análisis de la transferencia se operen transformaciones radicales en la forma de amar de los analizantes (así se denomina en psicoanálisis a lo que de común se les llama pacientes). Es decir, a partir del amor de transferencia, se analiza la forma de amar de quien se hace escuchar para encontrar los resortes que posibiliten una otra forma de amar, menos tonta.

Pero ¿qué es un amor menos tonto? La psicoanalista Carmen González Taboas, hace un puntual recorrido por el seminario 21 de Jacques Lacan, Los no incautos yerran, mismo que consigna en un extraordinario libro llamado Un amor menos tonto, editado por Grama, donde se nos ofrecen las coordenadas para concebir esa forma de amor que va más allá del engañoso narcisismo. Un amor después del amor, o dicho de una manera más simple, un amor después del enamoramiento.

Gonzalez Taboas retoma en su texto aquella repetida fórmula de Lacan que nos dice que no hay relación-proporción sexual y los desastres del amor que se producen cuando, negando esta formulación, al amor se lo piensa o sueña como una fusión milagrosa o una cuestión del destino, de dos que hacen Uno. Como reza esa canción, creo de Timbiriche, “tu y yo somos uno mismo”. Lacan nos advierte que en la estructura del amor hay un engaño: el amor es lo que engaña. En el amor antes del amor se crea la ilusión de que dos pueden hacer Uno. Lo vemos en ese mito aristofanesco del Andrógino en el Banquete de Platón. Pero ¿cuál es la esencia de esa ilusión? Sabemos, también por Lacan, que el conflicto del amor radica en el hecho de que cada uno goza de manera singular, cada uno goza a su manera, así entonces, el sujeto trata de inscribir, por la vía del amor, su goce propio en una relación con el Otro. Sin embargo, justo porque no hay relación sexual, las dificultades del encuentro entre los sexos es una cuestión estructural, es decir, no hay objeto predestinado de satisfacción o complementariedad. En este mismo terreno de la ilusión o el engaño, en diferentes momentos de su enseñanza, Lacan dirá que el amor es “una falsedad”, “una negación”, “un monstruo”, algo “inoportuno” o “una máscara”. se trata de una identificación narcisista que produce un falso mismo.

En una entrevista dice Gonzalez Taboas, la autora de Un amor menos tonto, que “ignorar el bache de los goces que nos separan y alentar ilusiones de eternidad conduce al desastre (ejemplo: los feminicidios)”.

Lacan propondrá un amor menos tonto a partir de un amor con reglas que los amantes habrán de rehacer permanentemente. Se trata de un amor que hace lazo ahí donde una fractura necesaria separa los goces del uno y del otro. Es decir, se trata de un amor que hace función de suplencia y no de completud.

El psicoanalista Jorge Alemán en su Breviario político del psicoanálisis nos orienta para deshacernos de otra vertiente de la ilusión o, quizá, de la inocencia que nos lleva a pensar que para poder amar primero hay que amarse a sí mismo. En realidad, un amor menos tonto transitaría por asumir que sólo cuando se ama a otro, como otro, es que se puede experimentar la consideración por uno mismo sin que sea puro narcisismo. Más radical, para Alemán, “cuando se deja de amar al otro se pierde el amor por uno mismo”.

En el seminario XX llamado Aún (Encore) Lacan inicia la construcción de la propuesta de lo que podría llamarse un nuevo amor, un amor que nace de lo que resta del llamado amor fusión. Se trata de un amor más allá del amor, un amor donde las diferencias formen parte del vínculo, lo que produce una relación de intimidad, a diferencia de una relación de intimidación donde su buscaría eliminar las diferencias. Un amor donde el parteneire, el otro, la pareja no sea demandada como nuestro complemento sino reconocida como alguien con quien compartir nuestras singulares desgarraduras, las faltas, las insuficiencias propias de nuestra condición humana. Se trata de un amor que falta. Un amor menos tonto quizá deba pasar por la decepción, sólo a partir de esta puerta se puede ir más allá, para ir más allá del amor narcisista se requiere de la caída de la ilusión de completud.

 

Antonio Bello Quiroz

Psicoanalista. Miembro fundador de la Escuela de la Letra Psicoanalítica. Miembro fundador de la Fundación Social del Psicoanálisis. Ha sido Director fundador de la Maestría en Psicoanálisis y Cultura de la Escuela Libre de Psicología. Ha sido Director de la Revista *Erinias*. Es autor de los libros *Ficciones sobre la muerte*; *Pasionario: ensayos sobre el crimen* y *Resonancias del deseo*. Es docente invitado de diversas universidades del país y atiende clínica en práctica privada en Puebla.

Antonio Bello Quiroz
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