De color humano

Fomentando la resiliencia en los niños

Fomentando la resiliencia en los niños

Diciembre 03, 2021 / Por Eliana Soza Martínez

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Como madre, me preocupa si mis hijos se frustran y se quieren ahogar en un vaso de agua. Esto sucede a menudo, cuando el mayor no puede tocar bien la zampoña (instrumento de viento andino) para la materia de música. Lo mismo le pasa al más pequeño, al momento de pintar bien un dibujo o escribir su nombre.

Esos son problemas cotidianos. Sin embargo, recuerdo que hace unos años el mayor se perdió cuando fue a pasar educación física a un complejo deportivo a las afueras de la ciudad. Ese fue un verdadero inconveniente y hasta ahora me pongo a pensar si pudo actuar de la mejor manera o fue simplemente suerte que lo encontráramos sano y salvo luego de casi una hora.

Reflexionando en estos temas, y después de haber visto y leído historias en las que niños y niñas aplican la resiliencia, me puse a investigar y me di cuenta de que es un tema muy interesante que podemos enseñar a nuestros hijos y nosotros mismos aplicarlo en la vida.

Entenderemos la resiliencia como: “[…] la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada. También indica volver a la normalidad”.[i]

La necesidad de tener amigos. Parece algo obvio, pero no lo es tanto. En mi caso, para mi hijo es difícil hacer amistades y supongo que sentirse aislado en la escuela le causa inseguridad de sí mismo y en general. También nos pasa a los mayores: a veces nos cuesta socializar en el trabajo, reuniones o fiestas. Lo importante es no creer que somos culpables ni hacérselo sentir al pequeño. Aquí lo fundamental es fortalecer la autoestima, por ejemplo mostrarle sus virtudes y motivar a que sea auténtico y no finja ser alguien más solo para encajar. Recordarle que un amigo nos aprecia como somos y no desea cambiarnos.

Enseñarles a ser solidarios. La importancia de colaborar con los demás ayuda a fortalecer la autoestima porque se considerarán útiles y la satisfacción de hacer sentir bien a alguien es garantizada. La mejor forma de contagiarla es con el ejemplo, si nos ven ayudar a otras personas, los vecinos, familiares, amigos e incluso gente que no conocemos, ellos sabrán lo natural que es hacerlo. Las fiestas de fin de año son una oportunidad maravillosa.

Las rutinas dan la sensación de seguridad. Esto es algo que cualquier experto en crianza recomienda: contar con rutinas para la alimentación, los juegos y por supuesto ir a la cama. Si vivimos sin horarios fijos creamos caos en la cabeza de los chiquilines. Comen a deshoras, lo que les puede causar obesidad o mal nutrición; duermen tarde y luego para levantarse a la hora de ir a la escuela será una batalla. Por eso desde pequeños es necesario plantear reglas e incluso ritos. Mi hijo menor sabe que después del cuento y rezar ya nos dormimos, su cerebro lo supone y es más fácil conciliar el sueño.

Plantearse metas. Enseñarle este hábito es significativo y ayudará a sobrellevar los problemas cotidianos. Por ejemplo, pensar que tiene demasiadas tareas por hacer, le enseñará a decidir día a día cuáles hará y que hacerlo paso a paso ayuda a no abrumarse. Se dará cuenta además de que cumplir cada meta es un logro y sumadas alcanzarán resultados importantes, como el pasar de curso, mejorar las notas, etc.

Convertir los problemas en oportunidades. Es algo que a nosotros mismos nos cuesta, aunque no es imposible. Es fundamental que seamos conscientes de lo que pueden afrontar nuestros hijos de acuerdo a su edad y así mostrarles, por ejemplo, que tener que pintar dibujos muy grandes por primera vez parecerá difícil, pero también es una oportunidad para demostrar que puede. Igual que en los videojuegos, vas pasando diferentes niveles de dificultad y el hacerlo, con los problemas diarios, significa que vas creciendo.

Estas son algunas de las cosas que podemos aplicar nosotros y luego enseñárselas a los pequeños. A medida que irán pasando los años, será una forma de afrontar la vida y se convertirán en personas resilientes, que no se preocuparán demás por los problemas u obstáculos que encuentren en su camino.

 

 

[i] https://www.significados.com/resiliencia/

Eliana Soza Martínez

Eliana Soza Martínez (Potosí, Bolivia) Autora de Seres sin Sombra (2018). 2da. Edición (2020) Ed. Electrodependiente, Bolivia. Junto a Ramiro Jordán libro de microficción y poesía: Encuentros/Desencuentros (2019). Antología Iberoamericana de Microcuento (2017), compilador Carvalho; Escritoras bolivianas contemporáneas (2019) compiladoras: Caballero, Decker y Batista, Ed. Kipus. Bestiarios (2019), Ed. Sherezade, Chile. El día que regresamos: Reportes futuros después de la pandemia (2020), Ed. Pandemonium, Perú. Brevirus, (2020), Brevilla, Chile. Pequeficciones: piñata de historias mínimas (2020) Parafernalia, Nicaragua. Historias Mínimas (2020), Dendro Editorial, Perú. Microbios, antología de los Minificcionistas Pandémicos (2020), Dendro Editorial, Perú. Caspa de Ángel: cuentos, crónicas y testimonios del narcotráfico, Carvalho y Batista. Umbrales, Antología de ciencia ficción Latinoamericana (2020), Ediciones FUNDAJAU, Venezuela. https://www.facebook.com/letrasenrojo Instagram: @Eliana.Soza https://www.youtube.com/channel/UCJC8RtYxDvq0JVrb2ZIioeg

Eliana Soza Martínez
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