Ensayo

Un maestro de ceremonias de la urbanidad

Un maestro de ceremonias de la urbanidad

Diciembre 06, 2023 / Por Fernando Percino

Portada: fotografía de Luna O. Lettuce, tomada de https://www.facebook.com/alfarael

 

(Entrevista a Rafa Taboada, de Piñata Poética)

 

Conozco a pocas personas que tienen un carácter tan radiante y cálido a la vez como el de Rafael Taboada. Un día, Luna Lettuce me llevó a casa de Rafa. Ella entra ahí como si fuera la suya. Subimos a su cuarto y él se estaba acomodando un cinturón, se puso rojo de la pena y regañó a Luna por no avisarle que yo iba con ella. Luna sonrió porque sabe lo mucho que Rafa me aprecia. “Era una sorpresa”, dijo. Los dos se preparaban para ir al Cereso de Cholula y dar un taller de poesía para las y los presos (yo iría a ese mismo taller varios días después). Es por esos ejercicios de otredad que Rafa tiene un corazón tan noble. No sólo es el alma de Piñata Poética, como uno de sus fundadores y continuadores, es un extraordinario rapero, admiro mucho su trabajo. Rafa también es un chico con un gran sentido de labor social, es generoso y jamás lo vence el ego del artista consagrado o en proceso de consagración. MC Piñata (su alias) es la neta del planeta y soy dichoso de ser su amigo. Ha tenido un largo camino en su andar por los slams de poesía, algunas cosas muy lindas y otras terribles. Un día le pedí una entrevista para hablar de su trayectoria y me citó en un café del centro histórico de Puebla.

 

—Dime, Rafa, ¿a qué edad descubres los slams de poesía?

—A los 28 años

—¡Vaya! Ya estabas grandecito

(Reímos)

—Fue en 2017. El primer colectivo donde participé fue la Liga Slamera. Ahí empezamos varios que ahora ya tenemos cierta trayectoria o reconocimiento, como Noviembre, Roni Corona o Giovanni Non Grato.

—Sí, la recuerdo muy bien, porque yo tuve mi primer slam con ellos, en un evento para niños en San Andrés Cholula en 2018. Fue un gran semillero de talento.

—La primera vez hice el ridículo porque perdí muy feo. Luego me fui un año a Quintana Roo, a trabajar, y regresé para participar en mi primer slam formal, en febrero de 2018, otra vez con la Liga Slamera. Esa vez quedé en tercer lugar. Hay quien dice que no fueron la primera liga, la doctora María Villatoro se adjudica que desde 2006 ya hacía algo similar, pero creo que la Slamera, como tal, fue la que estableció el formato de slam de poesía con Spoken Word en la ciudad de Puebla. Los primeros eventos se realizaron en Foro Karuzo, con la organización de Armando Amaro Palafox. Él participó en la final de una liga nacional en 2017, perdió en aquella ocasión pero regresó a Puebla con la idea de formar una liga propia y así fue como nació la Slamera.

—En tu caso, ¿cómo surge la idea de hacer tu propio proyecto, la Piñata Poética?

—Precisamente de sumar muchas malas experiencias, de circunstancias que me parecían injustas, fue que decidí emprender un proyecto con Mar Alaffita, Roni Corona, Luna Lettuce y después se incorporaría Gustavo alias “No tengo cuerpo”. Un día estábamos comiendo en grupo, Mar vio una Piñata y se le ocurrió que sería una gran idea nombrar al proyecto como Piñata Poética, a manera de que el slam fuera una fiesta. Estábamos nombrando varias cosas, como Silla Poética, pero fue Mar quien vio una piñata junto a un horno y nos encantó la idea de llamarla así. La cuestión era hacer de ese nuevo colectivo un ejercicio de resistencia, porque también fui vetado de varias ligas por asuntos con una expareja. Con ella participé en varios eventos, teníamos una relación complicada, ella comenzó a involucrarse bastante con la gente de la Liga Slamera y ellos se empezaron a meter mucho en nuestro vínculo. Salieron publicaciones en redes sociales muy fuera de contexto y de ahí vino un rompimiento muy fuerte con ese gremio. Yo sentí necesidad de hacer un camino aparte.

 

En la final de la Piñata Poética de 2023, Nadia Salgado, la ganadora del año anterior, dio un discurso muy emotivo sobre cómo participar en esta actividad cambió su vida y le permitió crecer como artista y ser humano, el slam le dio seguridad en sí misma, le agradeció a Rafa y a Luna por acompañarla e invitarla a formar parte del cast de la Piñata Poética. Yo estoy de acuerdo con ella y sus palabras nos conmovieron a varios, porque yo mismo pasé un proceso similar. La Piñata ha atravesado el corazón de mucha gente por su forma democrática de involucrar a los artistas, ha renovado la escena cultural de Puebla con voces emergentes. Lo que Rafa y compañía hacen es realmente invaluable.

—Rafa, somos varios quienes coincidimos en lo terco que eres y que tienes un corazón muy noble. Estamos agradecidos con todo lo que nos has aportado.

—Este ejercicio de leer poesía en voz alta sirve para crear, para crecer y desarrollar talento, pero también es algo puede ayudarnos a salvar vidas, mucha gente que, por ejemplo, se dedica a ser sicario, nunca han tenido la oportunidad de acercarse a las artes y su ideología sólo se alimenta de violencia.

—Estoy muy de acuerdo contigo, ese tipo de visión me instó a crear un proyecto como el Lobo Cuenta Cuentos, para llevar una opción cultural a infancias que están rodeados de balazos casi todos los días.

—Sí, totalmente. La Piñata también está diseñada para ir a espacios urbanos, se nutre de voces de la calle. Una de las mayores intenciones de la Piñata, más allá de internacionalizarla, es hacer comunidad, una fuerte comunidad local en la que sus integrantes puedan crecer de muchas maneras.

 

Rafael Taboada es un joven maestro de ceremonias, de ahí su alias “MC Piñata”. Abre los slams y expresa un manifiesto con las reglas y compromisos de la Piñata Poética, es un auténtico pastor de la palabra, el lenguaje lo posesiona, hace un acto de exorcismo donde expulsa sus demonios de una forma natural y épica. Rafa también tiene una obra poética muy cercana al posmodernismo en la que dialoga con la crítica social y la cultura pop, es un maestro de la calle y el barrio bravo. Es también un ser humano que derrama inocencia y a quien se le puede herir con facilidad, pero él siempre regresa de todas sus muertes, porque también es un guerrero incansable.

 

—Rafa, en algunos países como Brasil o incluso Estados Unidos, los slams de poesía son eventos masivos e incluso participan en ellos actores famosos. ¿Qué falta en México para que los slams detonen de esa manera?

—El hecho que la gente que hace los slams los llevaron y los siguen llevando a instancias periféricas; hay dos vertientes: foros muy underground o foros muy académicos.

—¿Tú ves a los slameros en foros más grandes como un Vive Latino, como ahora pasa con los standuperos que también tuvieron que picar piedra para ganarse esos espacios?

—En la toma de protesta del presidente Biden, de los Estados Unidos, el acto protocolario contó con una declamación de poesía en voz alta; creo que el Spoken Word puede estar en cualquier lugar. Una forma de visibilizar a los slamers, aunque no ganen piñatas pero tienen textos destacados, a veces es grabarlos y subirlos a Tik tok, donde hemos tenido exponentes que han alcanzado 50,000 views; los caminos adecuados, me parece, están en la diversificación e ir llevando a los artistas a sus públicos idóneos.

—¿Cuál es el escenario con el que sueñas llevar algún día a la Piñata?

—La Casa del Lago, por toda la historia poética que habita en ella.

—Tremenda respuesta, mil gracias, querido Rafa

 

El día que me tocó acompañar a Rafa al Cereso de Cholula, él rapeó y entregó el corazón a los presos que estuvieron presentes. Fue tremendo: los hombres lo abrazaron al final de su acto y también leyeron textos que fueron muy emotivos. Yo tuve que contenerme de no llorar por mucho de lo que escuché, saber un poco de sus vidas en la cárcel fue muy intenso. Ese día ellos abrieron sus venas para mostrar su sensibilidad. Rafa es un héroe, lo admiro como artista, pero más como ser humano, es un oso de peluche gigante, al que dan ganas de no dejarlo de abrazar jamás.

Fernando Percino

Es mexicano y nació en algún momento de los años ochenta; además es licenciado en Administración Pública por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Publicó cuentos en el suplemento cultural *Catedral* del diario *Síntesis*, la novela *Velvet Cabaret* (2015), el libro de cuentos *Lucina* (2016), el libro de crónicas *Diarios de Teca* (2016) y la novela breve *Volk* (2018). Fue miembro del consejo editorial de las revistas: *Chido BUAP* y *Vanguardia: Todas las expresiones*. Fue funcionario público. Actualmente es chofer de UBER y estandupero ocasional.

Fernando Percino
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