Ubú
Noviembre 26, 2021 / Por Ismael Ledesma Mateos
La historia… puede hacerse, debe hacerse,
Sin documentos escritos cuando no los hay.
A base de todo aquello que el ingenio del hombre historiador
puede utilizar para fabricar su miel, a falta de flores normales.
Con paisajes y tejas. Con formas de campos y malas yerbas.
Con eclipses de luna… con dictámenes de piedras…
En una palabra, con todo aquello que es el hombre,
sirve al hombre, expresa al hombre,
denota la presencia del ser del hombre.
Lucien Febvre.
En mi libro Alfonso L. Herrera: El sabio de Ciprés (2002) inicio con este texto extraordinario que da perfectamente cuenta del oficio de historiar. De niño pensé en ser licenciado en historia; luego, a los 12 años, se me atravesó el libro de biología de Enrique Beltrán y decidí ser biólogo, pero la historia siempre estuvo presente conmigo. Cuando en 1981 comencé a enseñar Teoría de la Evolución me encantaba dar la parte de historia del evolucionismo; y cuando diseñé el plan de estudios de la carrera de biólogo para la Universidad Autónoma de Puebla, pensé para el primer semestre la materia “Introducción a la biología general”, que era historia de la biología, basado en la idea de que un científico debe tener una visión clara de como se construyó la ciencia en la que trabaja. Esto fue en 1987, pero luego se impuso en las Escuelas de Biología de otros países, incluso en la UNAM, inicialmente en Iztacala.
Escribo esto hoy pensando en mis alumnos, en su interés y dedicación, y reiterando la firme convicción de la trascendencia de la enseñanza de la historia de la ciencia. Cuando realizaba mi posdoctorado en París, el gobierno socialista de Lionel Jospin, con el ministro de educación Claude Allègre, trató de poner en marcha la “Misión de historia y filosofía de la ciencia”, coordinada por Dominique Lecourt, que pretendía que en todas las carreras universitarias se enseñara en el primer ciclo la historia de su disciplina, además de cuestiones filosóficas. Con el cambio de gobierno el proyecto no se consolidó, pero la idea es por demás importante.
La enseñanza de la historia de la ciencia es fundamental. Recuerdo mi curso de historia de la ciencia, que en realidad era historia de la física, con el entonces rector de la UAP, el Ingeniero Luis Rivera Terrazas, con su libro de Arnold Arons, Evolución de los conceptos de la física, donde tuve mi primer acercamiento a la historia de la ciencia. Y luego conocí la obra de J. D. Bernal, para luego estudiar al poblano José Joaquín Izquierdo acerca de la ciencia mexicana.
Mi libro Historia de la biología (AGT editor, 2000) es producto del plan de estudios para la carrera de biólogo en la UAP (1987), y es sin duda único en el mundo. No es un compendio mínimo, como la historia de la biología de Jean Rostand, ni una obra trascendental como la Lógica de lo viviente de François Jacob, quien decidió escribir esa obra luego de haber recibido el Premio Nobel, junto con Jaques Monod, por la explicación de la regulación de la expresión del genoma en bacterias. Él me dijo, en una entrevista,[i] que se puso a leer todas las historias de la biología y decidió hacer una a su manera; y sin duda, como Michel Foucault dijo, es la más remarcable historia de la biología que hay sido escrita. Es un texto diferente al mío, no pensado para la enseñanza, pero imprescindible.
Yo, por el contrario, escribí un libro de referencia al estilo estadounidense o soviético. Un libro para dar un curso que, por cierto, no lo utilizan en muchos grupos escolares; prefieren dar fotocopias de cosas caducas, pero bueno, el programa ahí está, el libro existe y espero que sea útil para quienes les interese.
El Padre Ubú no pensaba en la enseñanza de la ciencia en su reino, pero creo que sería necesario enfatizar en ello para evitar hundirnos en la ignorancia y el solo ejercicio autoritario del poder.
¡Vamos a interrumpir aquí!
[i] Ismael Ledesma Mateos, “Entrevista a François Jacob”, Historia Natural, número 8, 2004.
Biólogo (UNAM), Maestro en Ciencias en Bioquímica (CINVESTAV), Doctor en Ciencias (UNAM), Premio a la mejor tesis doctoral en ciencias sociales en el área de historia por la Academia Mexicana de Ciencias (1999), Postdoctorado en el Centro de Sociología de la Innovación de la Escuela Nacional Superior de Minas de París, Francia. Director fundador de la Escuela de Biología de la UAP, Presidente de la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y de la Tecnología A.C (SMHCT) (2008-2014), profesor-investigador de la FES Iztacala de la UNAM.
Noviembre 22, 2024 / Por Márcia Batista Ramos
Noviembre 19, 2024 / Por Antonio Bello Quiroz
Noviembre 19, 2024 / Por Márcia Batista Ramos
Noviembre 15, 2024 / Por Márcia Batista Ramos
Noviembre 12, 2024 / Por Antonio Bello Quiroz
Noviembre 12, 2024 / Por Márcia Batista Ramos
Noviembre 08, 2024 / Por Fernando Percino
Noviembre 08, 2024 / Por Márcia Batista Ramos