Ubú

INE: Sabotaje a la consulta popular

INE: Sabotaje a la consulta popular

Agosto 06, 2021 / Por Ismael Ledesma Mateos

El domingo 1 de agosto se llevó a cabo la primera consulta popular desde que esta figura se incluyó en la Constitución. En esa fecha se preguntó a la ciudadanía si está de acuerdo o no con la posibilidad de abrir procesos penales contra actores políticos del pasado, incluyendo a expresidentes —que es la verdadera intención original—. La pregunta que estuvo en los 93.5 millones de papeletas impresas por el INE y formulada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación —que determinó modificar el planteamiento original del presidente López Obrador—, fue: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?” Para responder, las papeletas tuvieron las opciones para marcar “Sí” o “No”.

A este respecto, al día siguiente de la consulta, el presidente afirmó, en conferencia de prensa matutina: “Es algo realmente trascendente. (…) No se llevaba a la práctica este método, esta forma de gobernar, preguntándole al pueblo, consultando al pueblo y ayer fue realmente muy importante, ejemplar, lo que se vivió en esta jornada. Por eso mi felicitación a todos los que participaron”. El jefe del Ejecutivo llamó a todas las personas a ser parte de estos ejercicios en el futuro y sostuvo que se convertirán “en un hábito, en una cultura y esto lo vamos a heredar a las nuevas generaciones. Por eso estoy contento, por los resultados de la consulta del día de ayer”. Sobre la consulta de este domingo 1 de agosto, el mandatario dijo que, independientemente de su carácter no vinculatorio, fue un triunfo que 6 millones 474 mil 708 ciudadanas y ciudadanos hayan acudido a las casillas a expresarse.

“Es un buen desafío y es la oportunidad para consolidar, ya en definitiva, estos sistemas de democracia participativa”. Al mismo tiempo hizo un llamado a las y los legisladores para que modifiquen el porcentaje de participación establecido en la ley o que las consultas se realicen el mismo día de las elecciones, algo que, aseguró, también sería conveniente para hacer uso eficiente de los recursos y la logística.

La cantidad de votantes no es poca, pero porcentualmente es muy baja: entre 7.0 y 7.74%, de los cuales cerca del 96% votaron por “Sí” y 1.58% por “No”, hecho que resulta muy simbólico, a pesar de lo que digan los detractores y adversarios del régimen. Es significativo percatarse del nivel de odio, expresado en columnas, comentarios e incluso “memes”, acerca de la consulta, queriendo hacer ver que se trataba de “un circo” y argumentando que “la ley no se consulta, se aplica”, lo que revela un desconocimiento de las formas jurídicas del país, pues hasta la fecha, la única posibilidad de juicio a un expresidente o presidente es el delito de traición a la patria. Esta consulta pretendía que se pudiera fincar otro tipo de responsabilidades, aunque la idea quedó desdibujada por la complicada redacción de la pregunta, la cual parece que fue diseñada para desalentar la participación, lo que formó parte de un sabotaje.

El sabotaje se entiende como una actuación maliciosa tendente a producir daños y desperfectos en los bienes ajenos. Normalmente estas acciones están ocasionadas por móviles políticos o, en caso de guerra, militares. En el ámbito de la empresa también se utiliza este término para referirse a actitudes de boicot, presión, oposición u obstrucción, más o menos ocultos o encubiertos, contra proyectos, órdenes, decisiones, ideas, etc. Aquí nos encontramos con un sabotaje a un proceso de democracia participativa, buscando dañarlo, además de pretender utilizar propagandísticamente los resultados para mermar la imagen presidencial. Así, el abyecto periodista chayotero Carlos Loret de Mola dijo que esto demuestra que el presidente y los suyos “ya no tienen a lo que llaman ‘el pueblo’ en la bolsa”.

Diversos factores deben ser considerados para explicar la baja participación, pero entre ellos merece un lugar especial el sabotaje por parte del INE, que desde un inicio dejó ver su rechazo a la consulta. La disminución del número de casillas electorales, su ubicación en sitios distintos a los que acudieron los votantes en la elección del 6 de julio, o bien en sitios recónditos, la negativa a realizar la consulta ese día, que la hubiera hecho más eficiente, sin costo adicional, la falta de propaganda y promoción del evento, son prueba del dolo y mala fe por parte del presidente del instituto, Lorenzo Córdova, y otros consejeros, principalmente Ciro Murayama, que parecieran estar comprometidos con los detractores de la llamada 4T.

Como escribió la senadora Lucy Meza, en Excelsior, sí, las y los mexicanos salimos a votar, la mayoría de manera afirmativa, “para dar vida a la democracia en la que vivimos. lo que da cuenta de la exigencia del pueblo de México —de todas y todos nosotros— por poner un alto a la impunidad que reinó en el país durante 30 años. Llamamos a que se haga justicia por las víctimas de los malos gobiernos y que quienes dañaron al país sean enjuiciados. Lamentablemente, no todos los intereses se alinearon con la necesidad de alcanzar justicia para el pueblo y terminar con la impunidad… La trampa a la democracia participativa fue evidente. También la derecha, que abanderó a los presidentes infames, realizó una campaña de desprestigio a este mecanismo democrático, con la cual menospreció la voz del pueblo y escudó a quienes tanto daño le hicieron a México. El cinismo de algunas voces no tiene límites cuando se trata de defender un sistema violento que queremos dejar en el pasado, para que podamos transitar hacia la transformación que busca gobernar para todas y todos. Hay personas que, desde antes de que existieran resultados, criticaron el desempeño de la consulta popular; no obstante, fallan en ver la imagen completa. Sin importar el volumen del resultado, hay dos verdades irrefutables. La primera, que fue arrasador el sí, lo que es sinónimo de la voluntad de que se enjuicie a los expresidentes de México. La segunda, que seguimos haciendo historia, porque nunca se había llevado a cabo un mecanismo democrático participativo como el que vimos el domingo”.

La figura de la consulta popular surge recientemente en el marco jurídico mexicano tal como la de iniciativa ciudadana, se trata de una nueva forma de participación democrática, cuya eficiencia debe ser evaluada, para conseguir que tenga plena vigencia y fortalecer la gobernabilidad de un país. Como ha escrito Emanuel López Sáenz (Política, Globalidad y Ciudadanía, 2016), “diversas consultas populares en la jornada electoral del año 2015, todas fueron desechadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien tiene a su cargo previamente el análisis de la constitucionalidad de aquellas, concluyendo que, todos los temas planteados estaban prohibidos por la Constitución.

”Lo anterior ha llevado a un debate reciente en distintas latitudes que nos lleva a la siguiente pregunta de investigación: ¿es de replantear la figura de consulta popular? Esto ya que actualmente aún y cuando es un modelo de participación que busca empoderar al ciudadano, viendo la experiencia del 2015 y con el fin de dar plena vigencia al derecho ciudadano de participar, es pertinente estudiar las limitantes constitucionales para no caer en el absurdo de tener por un lado el requisito constitucional de la trascendencia nacional, y por el otro, la inconstitucionalidad y por lo tanto, la inoperancia de la consulta por la amplitud de las restricciones de la Carta Magna”.

Aquí es importante, desde una perspectiva metodológica, realizar estudios de derecho comparado, revisando la normatividad y las mejores prácticas de países que cuentan con figuras de consulta popular similares.

La perspectiva del derecho constitucional fue de gran valor para remontar obstáculos, pero aquí, en este 2021, nos encontramos con otra variable: el sabotaje, que más allá de lo jurídico introduce una dimensión histórica y sociológica.

El Padre Ubú, en su carácter de ángel del terror y la extravagancia, celebraría los absurdos que no puede superar, tales como los que se dieron por parte de los opositores a la consulta popular del 1 de agosto, que con torpes y confusos argumentos buscaron generar confusión y desaliento. Sin embargo, estoy convencido que no funcionaron en gran medida, como sí funcionaron la desinformación y el sabotaje.

 

¡Para mí es suficiente!

 

 

                                                                       [email protected]

 

 

 

Ismael Ledesma Mateos

Biólogo (UNAM), Maestro en Ciencias en Bioquímica (CINVESTAV), Doctor en Ciencias (UNAM), Premio a la mejor tesis doctoral en ciencias sociales en el área de historia por la Academia Mexicana de Ciencias (1999), Postdoctorado en el Centro de Sociología de la Innovación de la Escuela Nacional Superior de Minas de París, Francia. Director fundador de la Escuela de Biología de la UAP, Presidente de la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y de la Tecnología A.C (SMHCT) (2008-2014), profesor-investigador de la FES Iztacala de la UNAM.

Ismael Ledesma Mateos
Adiós a un poeta que cuenta historias

Mayo 14, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

Diarrea emocional

Mayo 14, 2024 / Por Damián Cruz González

En pocas palabras

Mayo 10, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

Konrad o la madre que abrió la lata

Mayo 10, 2024 / Por Maritza Flores Hernández

Con las valijas a cuestas

Mayo 07, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

En pocas palabras

Mayo 03, 2024 / Por Márcia Batista Ramos