Narrativa

En pocas palabras

En pocas palabras

Diciembre 13, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

Niños perdidos

Ildiko Nassr (Argentina)

Ve una fotografía de un niño perdido en un cartel y se le achica el pecho. Él también fue un niño perdido al que nunca encontraron.

Se acurruca y se abraza a sí mismo. Llora por él y por el otro niño perdido.

 

Desmadrados

Nélida Cañas (Argentina)

Nadie lo vio caer del nido siendo un pichoncito tibio y desplumado. Nadie supo del vacío de sus huesos livianos. Ni del estertor apretado en la garganta. Los pichones que se caen del nido, si sobreviven, no aprenden a volar. Algo se desintegra en la caída y rueda por dentro como cuentas de vidrio. Un día descubren una hoja. Otro día, una rama. Desmadrados, trepan a saltitos y descubren un silbo entre el follaje. A veces cantan.

 

Reencarnación

Carmen Nani (Argentina)

Al niño le dio pena que una mariposa tan bella fuera a morir por la mañana. Por eso la soñó esa noche, la siguiente y cada noche de su vida. Fue feliz cuando, ya anciano, antes de morir la vio posada sobre la ventana.

 

Siembra

Patricia Nasello (Argentina)

Cava un hoyo y deposita palabras armoniosas que deja al rescoldo de la tierra. Sin embargo, no siempre cosecha melodías.

 

Viaje

Julia Guzmán (Argentina)

La llamaron por el altavoz. Se dirigió presurosa hacia el médico que la esperaba. Firmó el consentimiento.

Le dieron una bata y las instrucciones. Todo fue muy rápido.

Como en un sueño, se encontró en el resonador. Le colocaron los auriculares, le dieron algo para que sostuviera e hiciera sonar en caso de sentirse mal. El viaje comenzó. Ella recordó la respiración que hacía en sus clases de yoga y la puso en práctica. Cerró los ojos. El tin tin tin tin al que le siguieron otra serie de sonidos diferentes y que cambiaban en segundos era lo único presente en ese mundo blanco donde estaba.

Su propia respiración siguiendo el ritmo de los sonidos durante cuarenta y cinco minutos la trasladó. Pasó el tiempo establecido.

Cuando el técnico se acercó a retirarle los auriculares no pudo creer lo que veía. La paciente levitaba desde un extremo del resonador a otro.

 

Márcia Batista Ramos

Nació en Brasil, en el Estado de Rio Grande do Sul, en mayo de 1964. Es licenciada en Filosofía por la Universidade Federal de Santa María (UFSM)- RS, Brasil. Radica en Bolivia, en la ciudad de Oruro. Es gestora cultural, escritora y crítica literaria. Editora en Conexión Norte Sur Magazzín Internacional, España. Columnista en la Revista Inmediaciones, La Paz, Bolivia y columnista del Periódico Binacional Exilio, Puebla, México, Mandeinleon Magazine, España, Archivo.e-consulta.com, México, Revista Barbante, Brasil, El Mono Gramático, Uruguay. Además, es colaboradora ocasional en revistas culturales en catorce países (Rumania, Bolivia, México, Colombia, Honduras, Argentina, El Salvador, España, Chile, Brasil, Perú, Costa Rica, USA, China, Nepal, Uzbekistán, Paquistán, Arabia Saudita). Publicó: Mi Ángel y Yo (Cuento, 2009); La Muñeca Dolly (Novela, 2010); Consideraciones sobre la vida y los cuernos (Ensayo, 2010); Patty Barrón De Flores: La Mujer Chuquisaqueña Progresista del Siglo XX (Esbozo Biográfico, 2011); Tengo Prisa Por Vivir (Novela Juvenil, 2011 y 2020); Escala de Grises – Primer Movimiento (Crónicas, 2015); Dueto (Drama, 2020); Rostros del Maltrato en Nuestra Sociedad –Violencia Contra la Mujer. (Ensayo, 2020); Universo Instantáneo (Microficción, 2020).

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