Crónica

Aventuras marítimas de un abogado literario

Aventuras marítimas de un abogado literario

Mayo 07, 2021 / Por Gabriela Quintana Ayala

Gonzalo Sáenz, originario de Córdoba (España), cuenta con varios grados en Derecho. No obstante, su pasión por la literatura lo llevó a especializarse como abogado y consultor literario. Este camino de las letras lo inspiró a escribir y a deleitar a los lectores con dos obras: Relatos de Cristiandad (Pluma de Sueños) y Marinos Mercantes (Torre de Lis). En esta última, una novela, narra las peripecias de la gente del mar, los marineros y los comerciantes de los puertos navales. Una obra dedicada a su padre, quien fue capitán del buque hospital Esperanza del mar, un barco equipado con quirófano y helipuerto para atender emergencias sanitarias en alta mar. Su infancia se vio marcada por eventos contados por su padre y amigos navegantes de este, que muchas veces parecían insólitos pero que sólo quienes viven en el océano son testigos y cómplices de lo inverosímil.

Gonzalo Sáenz ha fundado este año su propio sello editorial y la revista Literatura Abierta como complemento a su quehacer literario. Se trata de una publicación digital, mensual y gratuita que se distribuye en redes sociales, entre otros medios.

Me concedió esta entrevista que nos permitirá conocer al autor español detrás de la obra.

—¿Qué es para ti la literatura?

—Aristóteles definió la literatura como el arte de la palabra, y las palabras son el cauce de nuestras ideas y sentimientos.

La literatura abarca tanto los textos escritos, como hablados o cantados desde tiempo inmemorial y, por lo tanto, conforman un legado de valor incalculable para la humanidad.

Los libros son solo pedacitos de literatura, pero como dijo Borges: “de todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo, pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación.”

—Aparte de novela, ¿qué otro género te gusta escribir?

—Yo soy un escritor ocasional. Escribo solo cuando siento la necesidad de comunicar algo y dependiendo de la temática elijo el género: un libro de relatos, un cuento... Pero confieso que me encantaría escribir un poemario. Admiro la sensibilidad literaria de los poetas y poetisas. Siento una envidia sana por la capacidad de transformar emociones en versos de Alejandra Pizarnik, Octavio Paz o Federico García Lorca.

—¿Por qué es para ti importante la novela o narrativa costumbrista, como tu nouvelle Marinos Mercantes, donde reflejas las prácticas tradicionales y hábitos de los marineros?

—Anacarsis, un filósofo del siglo VI a.C., dijo que existen tres clases de personas: los vivos, los muertos y los navegantes. Mi padre formó parte de la tercera categoría hasta pasar a la segunda con solo 55 años. Con Marinos Mercantes, mi único propósito fue dar a conocer a los hombres de tierra adentro cómo es en realidad la vida marinera. Además de navegar junto a mi padre como PAT (Personal agregado a la tripulación), me documenté tan concienzudamente antes de escribir esta obra que todavía no sé si he escrito una novela o un ensayo novelado.

—En una época donde hay tantas opciones de ocio, ¿cómo consideras que se pueden hacer o conseguir lectores?

—Por mi parte, aporto mi granito de arena al fomento de la lectura a través del proyecto Literatura Abierta, que consiste en una página de Facebook de contenidos literarios de más de 700.000 seguidores, desde la que compartimos entrevistas a escritores y escritoras reconocidos, como Megan Maxwell, y nuestra revista digital, que contiene artículos, relatos, poemas o reseñas de obras de autores reconocidos de España y Latinoamérica.

Además, este mes saldrá a la venta Esta no es tu ciudad y otros cuentos, la primera obra del sello editorial Literatura Abierta. Se trata de un libro de relatos del narrador, poeta, actor, profesor y director de teatro Javier Tenías.

—¿Qué tipo de lecturas te atrae más?

—En general me gusta la novela histórica. He disfrutado mucho leyendo las obras de Mika Waltari o George Duby. También me atraen muchísimo las novelas de los grandes maestros de la literatura rusa... Las obras de Dostoyevski, Tolstoi o Lermontov me dejan siempre emocionado al terminarlas por la profundidad intelectual y humana que tienen. Pero podría seguir y no parar recordando la felicidad que me ha deparado leer obras de Virginia Woolf, Conrad, Stevenson, Víctor Hugo y de los grandes autores de la literatura hispanoamericana.

—¿A qué le das más importancia en tu escritura y literatura en general, al personaje o a la historia?

—Sin duda a la historia, al mensaje, pero si no defines y desarrollas bien a los personajes de tu obra es imposible llegar al lector con éxito.

—Se dice que el escritor está, en buena parte, reflejado en su obra. ¿Qué tanto hay de ti, tu experiencia de vida y entorno en tu obra?

—Creo que en mis obras no he llegado a volcar mis experiencias vitales. Relatos de cristiandad es una recopilación de parábolas y Marinos mercantes una breve narración marinera. Algún día sentiré la necesidad de plasmar mis vivencias por escrito... He vivido o pasado largas temporadas en países de Asia y África que me han dejado una huella profunda y algún día me sentaré para reflejar las experiencias por las que pasé o presencié. Mi hija nació en Moscú un 17 de diciembre, a 17 grados bajo cero... Con esta frase podría empezar una nueva novela más autobiográfica.

—¿Qué deseas que el autor se quede con la lectura de tu obra?

—Mi única pretensión como autor es trasmitir mis mensajes de una manera sencilla y amena, y dejar un buen recuerdo al lector al terminar mis libros.

—¿Qué disfrutas más, leer o escribir?

—Disfruto muchísimo más leyendo, sin duda. Incluso el mismísimo Borges dijo: “que otros se enorgullezcan por lo que han escrito, yo me enorgullezco por lo que he leído”.

—¿De dónde surge la motivación para la edición del primer libro, el cual es una recopilación de la sabiduría humana en el ámbito religioso?

—Pese al título, Relatos de cristiandad es una recopilación de parábolas de muy diversa procedencia y antigüedad. Casi la mitad son relatos orientales que yo he adaptado a un lenguaje sencillo. Después de cada relato, lo cotejo con versículos de la Biblia que, en mi opinión, contienen la misma enseñanza o mensaje y añado mi reflexión personal.

Pero si me preguntas por lo que me llevó a escribirlo, lo cierto es que me quedé sin palabras después de leer la reseña que hizo el periodista, académico y escritor Ramón Loureiro de mi obra:

“Un libro que nace del afán de trascender, del deseo de mirar más lejos y de la determinación de adentrarse en el inmenso misterio que nos rodea. Una invitación a volar más alto. Una obra que nos recuerda, página tras página, que no estamos solos. Y que nos subraya que el duro oficio de existir no puede ni debe prescindir de la esperanza, porque renunciar a la esperanza es negarnos a nosotros mismos y olvidar que lo que nosotros llamamos muerte, es en realidad, ¡la vida eterna!”

Para mayor información, dirigirse a la página de Facebook: Literatura Abierta. www.consultorliterario.com

 

Gabriela Quintana Ayala

Narradora mexicana. Es traductora literaria y profesora de idiomas. Licenciada en Comercio Exterior. Maestra en Programación Neurolingüística. Diplomada en Literatura Norteamericana por la BUAP. Escribe cuento infantil, relato, novela, ensayo. Sus relatos han sido seleccionados en concursos en México y España, así como participado en varias antologías impresas. Ha colaborado en revistas literarias en México, España, Cuba, entre otros.

www.gabriela-quintanaayala.com

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