Jesús Bonilla, incansable promotor cultural

He sentido un abandono en las letras poblanas desde que me enteré de la noticia. Después de un año de Covid, uno inmediatamente culpa estas partidas a la epidemia no solo directa, también indirectamente. Esta es la segunda que me ha dejado una huella, la de un gran personaje, impulsor de la cultura poblana, de la que siempre me he sentido parte aun cuando no había retomado mi vocación por la literatura.

Este gran personaje, profesor, poeta e investigador literario fue un referente de la Casa del Escritor por su sabiduría y su pasión como lector y creador. Aunque no fui su alumna siempre supe de él y su quehacer en este oficio. Ha dejado un hueco difícil de llenar, pues no todos los literatos en Puebla son promotores de nuevos talentos y de apostar por el arte.

Siempre le estaré agradecida por brindarme un espacio literario en el suplemento cultural que creó, Consultario, el cual se ha ganado un lugar en el territorio artístico del periódico E-consulta en los estados donde este ya es líder en comunicación digital, Puebla, Veracruz y Tlaxcala. Sus colegas lo admirábamos: imparable e inquieto, siempre con proyectos bajo el brazo.

Lamento mucho su fenecimiento y agradezco infinitamente su confianza en mí, su amistad y su legado. Deseo consuelo a su familia y le envío todo mi respeto. Su memoria ha quedado impresa en las páginas de Puebla. A Chucho, para los amigos, le deseo un descanso y un abrazo de corazón literario hasta el mundo de las almas poéticas.