Un jardín donde disfrutarás perderte

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El libro Jardín de Levedades es el segundo volumen de microficción del escritor peruano Jorge Quispe Correa, publicado por la editorial EOS Villa de Argentina en su colección Literatura de las Américas, curada por el escritor argentino Piero de Vicari. Está compuesto por 70 textos breves y, tal como lo anuncia su título, en sus páginas encontrarán tierra fértil en la que nacieron historias variopintas, de diferente extensión, temática y tono. Y como cuando vamos de visita a casa de unos amigos y nos encontramos con un jardín planificado y bien cuidado, al leerlo nos damos cuenta de que el autor escogió, plantó y atendió el desarrollo de esas historias con interés y talento.

Esto se confirma porque mientras paseamos por sus letras nos damos cuenta de que ha diseñado el libro para el placer de nuestros sentidos, no solo el de la vista, sino en especial del oído, pues una gran cantidad de microficciones están dedicadas a la música o relacionadas con artistas que seguro admira Jorge. Uno de los grupos sobre el que más leemos es The Beatles: la reescritura de sus vidas, su experiencia de su primera tocada en La Caverna, el escape fantástico del submarino amarillo, incluso textos futuristas donde uno de ellos está vivo y sigue escribiendo sus canciones. Elvis Prestley es otro personaje recurrente y también encontramos textos inspirados en Violeta Parra y David Bowie.

Un aspecto que llama la atención dentro de este Jardín de Levedades es que lo fantástico y lo sobrenatural irrumpen en la cotidianeidad de los personajes. Así, podrán encontrar sombras al acecho, triángulos amorosos de piezas de ajedrez, protagonistas de películas rompiendo la cuarta pared, vampiros que se niegan a olvidar su naturaleza, relojes que miden el tiempo desperdiciado, amigos imaginarios, youtubers desaparecidos, cuartos de hoteles macabros, cadáveres que le sonríen a la luna, gatos con poderes sobre sus humanos, un escape de muñecas, una fruta como objeto de deseo y miedo al mismo tiempo, el destino de turistas en búsqueda de contemplar cuerpos suicidas y más.

Otro tipo de variedad de estas levedades son las historias futuristas y enmarcadas dentro del género de la ciencia ficción. Por ejemplo, seres de otros planetas decepcionados de la vida en la Tierra, robots replicando errores humanos, un viajero en el tiempo que desea cambiar la historia de una estrella de rock, extraterrestres cinéfilos viviendo en Lima, especies híbridas como el hombre-mosca o el hombre-gato.

Textos de tinte realista también son parte de este jardín, presentando las preocupaciones del autor, como son la paternidad, el matrimonio, el amor filial; en suma, los vínculos familiares. Jorge, incluso, se anima a incursionar en la autoficción cuando nos explica en un texto el porqué de su segundo nombre, Isaacs, y cómo se sintió a lo largo de su vida teniéndolo. En medio del césped hallarán personajes inolvidables como Cenicienta, Alicia, el hombre invisible u otros más desconocidos, pero igual de entrañables como unas siamesas jugando con pistolas, personajes de circo, elefantes, brujas y otros.

La extensión está dentro de la variedad que el autor nos quiso presentar en este ramillete. El lector encontrará textos de una línea o un par, e incluso más extensos. El ritmo en cada uno ha sido pensado como quien desea participar en un concurso de jardinería, y en realidad muchas de las microficciones fueron ganadoras y elegidas para diferentes revistas y antologías.

La garantía del paseo a través de este jardín es que puede transformarse en un laberinto en donde el lector disfrutará perderse y en que cada esquina se sorprenderá de lo que halle para leer. No necesitará un santo y seña para salir, porque puede dejarlo en cualquier página y retomar después.

Pase a visitar el Jardín de Levedades de Jorge Isaacs Quispe, disfrute el paseo y luego, como quien quisiera llevarse un recuerdo, arranque la flor que más le gustó y vaya a sembrarla en su propio mini paraíso para verla a diario.