Desde el Sur

La orfandad y nosotros

La orfandad y nosotros

Octubre 22, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

Abrí los ojos y supe que era huérfana, como los perros y los gatos callejeros, o los niños de la literatura victoriana que siempre son desfavorecidos y a menudo menospreciados, abriéndose paso en el mundo solos, sin ayuda, casi siempre desprendiendo soledad y angustia, como los gatos y perros callejeros, sin saber que la orfandad es el sentimiento de desamparo que está en el alma de todos los humanos desde del vientre hasta la tumba. Por eso nos aferramos a la promesa que está escrita: “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros” (Juan 14:18). Entonces, nos enseñaron a esperar que se cumpla la promesa en la certera muerte, en la tumba oscura y solitaria, mientras el cuerpo se descompone… La promesa era para aminorar el miedo a la muerte que carcome las uñas, los ojos y las heridas.

En la muerte no existen selfies ni ropa, ni sábanas púrpuras. En el estómago apenas resistirá el hueco gigante del hambre y del miedo. El dolor ulceroso se agrandará y en la oscuridad profunda, los gusanos se moverán. El rigor mortis inicia en los párpados, después desciende por la mandíbula y los músculos del cuello hasta llegar a los pies. De manera que el muerto no puede oler el perfume de tantas flores que llevan a su funeral.

Abrí los ojos y supe que era un personaje trágico y desesperanzado, signado por la calamidad y las penurias, porque nací en un planeta en guerra donde impera la ley del más fuerte y los bombardeos casi siempre son nocturnos y primero lastiman a los perros y gatos callejeros, para después profundizar las heridas en los huérfanos —porque somos los más propensos a la tragedia—, para recién atacar a los otros y llevarlos al descenso de la prosperidad y al sufrimiento, generando caos también a ellos, que estaban cómodos en sus poltronas leyendo en el periódico del día sobre la orfandad colectiva de la nación, donde todos son huérfanos de un orden social que ha abandonado las responsabilidades que tenía para con sus ciudadanos.

Mientras los misiles y cohetes hacen fiesta en los cielos antes de destruir todo lo que hay en la tierra, un hombre que aprendió a leer en el orfanato de monjas donde abrió los ojos, lee la promesa: “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” (Romanos 8:15).

El destino de no haber nacido en una tribu de gitanos y viajado en carroza por el mundo, ni haber aprendido a cantar una triste canción romaní que añora a la madre muerta, me hace diferente a los huérfanos gitanos.

Mi viaje al destierro, selló la orfandad de los abandonados que sólo es recordada en las mañanas de domingo a camino de la misa para escuchar la promesa de que ya no somos huérfanos: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19).

Los medios, morbosamente, muestran a los huérfanos palestinos, ucranianos, libaneses y otros… Mientras los perros y gatos callejeros abrieron los ojos y se percataron de que su orfandad es igual a la mía.

 

Márcia Batista Ramos

Nació en Brasil, en el Estado de Rio Grande do Sul, en mayo de 1964. Es licenciada en Filosofía por la Universidade Federal de Santa María (UFSM)- RS, Brasil. Radica en Bolivia, en la ciudad de Oruro. Es gestora cultural, escritora y crítica literaria. Editora en Conexión Norte Sur Magazzín Internacional, España. Columnista en la Revista Inmediaciones, La Paz, Bolivia y columnista del Periódico Binacional Exilio, Puebla, México, Mandeinleon Magazine, España, Archivo.e-consulta.com, México, Revista Barbante, Brasil, El Mono Gramático, Uruguay. Además, es colaboradora ocasional en revistas culturales en catorce países (Rumania, Bolivia, México, Colombia, Honduras, Argentina, El Salvador, España, Chile, Brasil, Perú, Costa Rica, USA, China, Nepal, Uzbekistán, Paquistán, Arabia Saudita). Publicó: Mi Ángel y Yo (Cuento, 2009); La Muñeca Dolly (Novela, 2010); Consideraciones sobre la vida y los cuernos (Ensayo, 2010); Patty Barrón De Flores: La Mujer Chuquisaqueña Progresista del Siglo XX (Esbozo Biográfico, 2011); Tengo Prisa Por Vivir (Novela Juvenil, 2011 y 2020); Escala de Grises – Primer Movimiento (Crónicas, 2015); Dueto (Drama, 2020); Rostros del Maltrato en Nuestra Sociedad –Violencia Contra la Mujer. (Ensayo, 2020); Universo Instantáneo (Microficción, 2020).

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