Borges, Nolan y Batman

Hay quienes se exceden en severidad con lectores iniciáticos al hablar de Borges como un escritor difícil. Los efectos de este juicio tan severo provocan distancia. Me ocurrió que leí a plenitud al escritor argentino cuando yo tenía más de 26 años cumplidos, porque me padecí de la distancia mencionada, aun cuando era evidente el miedo a no entenderlo o el temor a ser superado por la lectura de un escritor tan erudito.

Cada experiencia de lectura es diferente y está condicionada por diversos factores. Es recurrente comentar que los primeros acercamientos a los libros suelen ser importantes y definitorios. Se acusa que muchos maestros de niveles escolares básicos espantan a lectores potenciales al presentar a sus alumnos autores clásicos como Homero, Cervantes o Shakespeare. En mi experiencia personal y en la de muchos de mis compañeros de aula así sucedió. Fue hasta el bachillerato, ya cuando tenía yo 16 años, que una maestra nos presentó autores que sentíamos más cercanos a temas que nos interesaban, como Ray Bradbury, Edgar Allan Poe, Gabriel García Márquez, entre otros. Con la presentación en clase de esos autores fue que desperté como un lector ávido y después llegué, con mejores argumentos críticos, a autores clásicos y contemporáneos con textos complejos, que representaban un gozoso reto de resolución de enigmas, como suele suceder con Borges, un entusiasta de bromas y acertijos.

Borges está presente y representado de manera múltiple, expansiva y sutil en diversas expresiones de la cultura popular contemporánea. Lectores y creadores lo han puesto en la palestra como una influencia y punto referencial para quien guste acercarse al autor argentino de manera más personal con filtros del mainstream y quizá así animar o espantar el miedo a su obra.

Un caso muy particular y que me despierta mucho interés es el del cineasta británico Christopher Nolan (Londres, 1970), un director que inició su trayectoria con obras del circuito independiente y que con trabajo constante y un notable desarrollo de su voz creativa ha podido llegar a las grandes productoras de Hollywood con películas que han alcanzado a las masas y también ser consideradas en los premios Oscar.

En casi todas las películas de Nolan hay estructuras y temáticas que son recurrentes de igual forma en la obra Borges. Es el caso del laberinto, el doble, la venganza, la memoria, las realidades múltiples, por mencionar sólo algunas. Estos temas aparecen en el texto académico “Influencia y legado de Borges en el cine de Christopher Nolan” del investigador Jorge Zavaleta Balarezo.

Existen cuentos representativos de Borges que dialogan de forma directa con el cine de Christopher Nolan, también existen vasos comunicantes que el mismo Borges estableció en diversos de sus ensayos entre Cine y Literatura. Algunos de los cuentos referenciados por Nolan en sus películas son: “El jardín de los senderos que se bifurcan”, “El inmortal, “Las ruinas circulares”, “La muerte y la brújula” y “El Aleph”, entre otros.

Me resulta interesante revisar a Borges como punto de partida, con sus elementos y discursos. Luego Nolan, como un expositor de las temáticas del escritor argentino, para que también lo visualicemos como un médium que lleva a la cultura su interpretación de la obra de Borges y le permite hacerlo accesible a un gran público (Cuando Nolan presentó Interstellar, reconoció, frente a un periodista, que Borges sí lo influenció). Un tercer eje que se puede analizar resulta de aquellos otros creadores que también han manifestado a Borges en la cultura popular contemporánea, otros cineastas e incluso expresiones de vanguardia como el cómic o la novela gráfica. Se tratar de entablar un diálogo vigente que va sobre las maneras en las que actualmente nos comunicamos en la vida virtual, con la creación de epígonos y redes de difusión que parecen interminables.

“El jardín de los senderos que se bifurcan” se muestra muy presente en películas de Nolan como Interestellar, por el tema de las diferentes realidades posibles, y el drama de agentes de guerra, como es el caso de la película Dunkerque. El cine de súper héroes, que ha saturado el gran consumo de entretenimiento de nuestros días, bebe mucho de la explotación de la temática de las realidades múltiples. Gigantes como Disney y su concesionaria Marvel exponen, en algunas de sus películas recientes como Avengers Endgame y Spiderman no way home, la existencia de multiversos. Me parece interesante e importante presentar evidencias del origen de esos discursos, porque ese tipo de cine comercial puede ser una puerta de entrada a lectores potenciales de Borges y otros autores.

La crítica de cine Fernanda Solórzano se expresa así del autor de cintas como Memento:

Por ser un espectáculo sofisticado y potente, Dunkerque ha sido llamada el mejor trabajo de Nolan. Es una afirmación osada, si se piensa que deja atrás algunas de las películas más fascinantes del siglo xx: Memento (2000), la trilogía de The Dark Knight (2005-2012), The prestige (2006) e Inception (2010). Aunque distintas en presupuesto, género y estilo, estas exploran los mismos temas: la psique fragmentada, la relación entre identidad y memoria, la venganza como misión de vida y la rivalidad obsesiva —la némesis en todos sus símbolos y encarnaciones—. Los personajes de Nolan rara vez son hombres satisfechos con lo tangible. Buscan evadirse en mundos de fantasía —disfraces, trucos, sueños— y desconfían por principio de la noción de “Verdad”. (Letras Libres)

Esa desconfianza de las verdades absolutas aparece de manera constante en la obra de Borges, de igual forma el más claro ejemplo de personaje que no está satisfecho con lo tangible es el detective Lönnrot, del cuento “La muerte y la brújula”.

El cuento “El inmortal” es una compleja expresión de espacios como el laberinto y la confrontación con la muerte, como sucede en los films El gran truco o incluso la trilogía de Batman.

“Las ruinas circulares” va sobre hombres que crean a otros en sueños encadenados que parecen una secuencia de espejos interminable. Hoy en día tenemos acceso a crear entidades virtuales que nos representan en la red, pero que no somos nosotros, ellos son en todo caso una expansión creativa. Esta temática también se desarrolla de manera vertiginosa y escalofriante en El gran truco de Nolan, con dos magos que están destinados a combatir entre sí por superar al otro en un duelo de trucos de magia, detrás de uno de los personajes se esconde una abominable representación del doble, esa clase de aberración de ser repetido que Borges expresó en diversas ocasiones.

Jorge Zavaleta hizo unos apuntes puntuales precisamente sobre “Las ruinas circulares” en la obra de Nolan:

Si el estado del sueño y los contenidos de los sueños evocan en Inception la exégesis borgiana en que se ha convertido este tópico, en el siguiente y hasta ahora último trabajo cinematográfico de Nolan, Interstellar, este realizador se decantará definitivamente por el infinito y los laberintos en un viaje espacial que supone una cruzada: abandonar nuestro planeta y visitar mundos desconocidos que acaso solo pertenezcan al terreno de la suposición. (13)

Otro cuento es “La muerte y la brújula”, porque me parece que representa de manera excepcional al Borges de los enigmas que invita al juego, a la investigación para la resolución de dudas y a la contemplación de la tragedia del héroe. Es la historia de un detective que no se complace con lo simple y busca con insistencia símbolos cabalísticos que estén vinculados a una cadena de asesinatos. Es esa inquietud, esa negación de lo simple, lo que termina venciéndolo. Hay una representación contemporánea en el cine que siempre me viene a la mente cuando releo “La muerte y la brújula”, se trata de la película Seven, de David Fincher. En ella se presenta un cineasta que tiene algunas características similares a las de Nolan. Los detectives del cuento y la película se embrollan en aventuras similares y al final se impone la tragedia. Algo similar le ocurre a Batman, y no sólo en las películas de Nolan. Esta insistencia por negar lo simple y ejercitar un raciocinio exhaustivo, llevado a los extremos, también pueden volverse expresiones de catástrofe.

Existe una diversidad de obras de Borges que, desde luego, también interactúan en el cine de Nolan y demás creadores, porque Borges es exhaustivo, transmite una sensación de ser inacabable. Todo Borges es legítimo, encomiable y vigente, pero creo, con el avance de mi vida, que no es difícil, en todo caso es ingobernable y aquello que se niega a ser asido sí puede provocarnos distancia, pero es el mismo Borges quien nos abre las puertas de la libertad y la imaginación para acercarnos a sus textos con la sutileza de una voz literaria que se precia de ser irrepetible.

 

Bibliografía

Zavaleta, J. (2016). “Influencia y legado de Borges en el cine de Christopher Nolan”. Revista laboratorio, Nº 14, pp. 1-20.

 

Solórzano, Fernanda. “Dunkerque, la historia sin historia”. Letras Libres. N. P. 17 AGO 2017.Web. 28 FEN 2022