Destinado a literato

En 2022, el doctor Óscar Ernesto Hernández López obtuvo el reconocimiento a mejor novela de escritor emergente de la convocatoria Canasta de Escritoras y Escritores Poblanos realizada por el Ayuntamiento de la ciudad de Puebla. Óscar, además de escritor, es ingeniero y un gran amigo. La obra que lo llevó a ese premio fue Destinada al infortunio, una novela histórica que trata sobre el espionaje femenino durante la guerra de intervención francesa en el estado de Puebla y alrededores. La narrativa transita por escenas memorables y épicas, una equilibrada mezcla de ficción y datos históricos. Podemos ver a una muchacha de Huamantla recibir una señal divina de la virgen que la invoca a disparar un cañón y matar de golpe a un numeroso grupo de rangers norteamericanos; así como también a dos soldados enemigos que se vuelven camaradas cuando coinciden en camas vecinas en un hospital de la ciudad de Puebla; también, y de fondo así como hilo conductor, la historia de una mujer obligada a casarse por conveniencias económicas, quien se transforma en una espía sutil y eficiente para proteger a sus hijos y a los intereses de la nación.

Los méritos creativos de Óscar radican en la capacidad que tiene su prosa para entretener al lector y llevarlo con puntualidad por hechos históricos que tanto hicieron sangrar a una ciudad. La constante referencia de la vida común le da un matiz muy profundo a la novela, pues a vemos a ciudadanos de a pie padecer el hambre y la miseria de la guerra. Hay escenas muy conmovedoras y contrastantes, como la de mucha gente de la clase alta que esperaba negociar con el ejército francés para mantener sus privilegios mientras que los vagabundos y desposeídos fueron quienes, con mayor vigor, resistieron la invasión. La anécdota, entre mito y realidad, de una señora que vendía tamales de mole y rajas con carne de soldados franceses caídos en batalla. Al final del día, la novela y la ficción no están obligadas a decir la verdad, pero sí pueden despertarnos interés por la Historia.

Yo vi crecer la novela de Óscar porque fui su compañero en la Maestría en Literatura Aplicada, donde desarrolló su proyecto. Lo vi aprender técnicas narrativas y retroalimentarse con pasión con los comentarios de sus compañeros, y sobre todo compañeras que le brindaron una visión femenina, de una novela cuyas protagonistas son mujeres de una época y que tardaron en ser visibilizadas por la sociedad. Óscar tuvo un reto muy duro al desarrollar Destinada al infortunio. Como suelo ser enfático, estos textos que hago, más que ser crítica literaria, son crónicas para compartir la emoción de hablar sobre creadores y obras muy cercanos a mí.

Tuve la oportunidad de estar en una de las presentaciones del libro en la Ibero Puebla, moderada por el doctor y experto en arte José Luis Camacho, quien dijo que le recomendaba a sus alumnos leer novelas históricas de aquellos periodos que más se les complicaba entender, es decir, una buena narrativa puede destrabar la concepción de un tiempo y hacernos ejercicios de otredad con humanos de otros contextos. Me pareció muy certero su comentario, sobre todo porque conectó con el final de la presentación. Durante la charla, detecté en el público asistente a una chica de aproximados 14 años, lo cual llamó mi atención. Cuando llegó el momento de las preguntas, esa joven participó y resultó ser una exalumna de Óscar, quien además ha sido maestro en Historia. La muchacha dijo que admiraba mucho a mi amigo porque era un docente que despertaba un interés legítimo en sus alumnos por conocer la historia universal. Gracias él, ella misma era una lectora asidua de novelas y libros sobre hechos históricos.

Autores como Óscar son necesarios para la formación de nuevos lectores, ávidos de cultura general, autores que a veces inician su ruta en el conocimiento por los caminos de la ingeniería pero también están destinados a la Literatura.