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ESOCITE 2022

ESOCITE 2022

Diciembre 16, 2022 / Por Ismael Ledesma Mateos

La semana pasada, del 7 al 10 de diciembre, en Cholula, Puebla, se realizó el congreso de la Sociedad Latinoamericana de Estudios Sociales de la Ciencia y de la Tecnología (ESOCITE), en conjunto con The Society for Social Studies of Sience (4S ). Se trata de un evento internacional de gran relevancia que comenzó en Argentina por iniciativa de Pablo Kreimer y que se ha realizado varias veces en México. En su quinta ocasión (ESOCITE 5) se efectuó en Toluca, organizado por Antonio Arellano, y el 9 en 2012, en Ciudad Universitaria de la UNAM, organizado por Rosalba Casas, y ahora por tercera vez en México, en la Universidad Iberoamericana de Puebla , organizado por Luciano Levin, vicepresidente de ESOCITE, y Leandro Rodríguez Medina, quienes juntos son los organizadores del congreso.

El tema del congreso fue “Reencuentro, recuperación, reconfiguración. Conocimientos y tecnociencias para convivir” y en el programa se anota: “A medida que profundizamos nuestra comprensión de las desigualdades, las formas de opresión y el papel de las ciencias y las tecnologías en ellas, también se profundiza nuestra necesidad de actuar y nuestro sentido de la responsabilidad. Para muchos de nosotros, una ética del cuidado impregna nuestras prácticas de producción de conocimiento en Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) y nos llama a nuevas formas de relacionarnos… Estas cuestiones comunes sobre cuidado, responsabilidad, relaciones y acciones surgen tanto si nuestra investigación se centra en los laboratorios, los bosques, las bases de datos genéticos, las ciudades inteligentes o las migraciones forzadas. La pandemia actual y la emergencia climática en curso hacen que estos asuntos comunes sean más urgentes que nunca y plantean preocupaciones sobre el estatus del conocimiento experto, la reconfiguración de un orden geopolítico y tecnocientífico global y la descentralización de las infraestructuras epistémicas. Lo que está en juego es nuestra capacidad para recuperar formas de vida valiosa, para aprender debemos dejar de lado y, en la medida de nuestras posibilidades, para participar críticamente en la promulgación de otras nuevas. Esto pone en primer plano el trabajo necesario para vivir bien con los demás y ofrece la oportunidad de reconfigurar las cosas de otra manera. La convivencia es a la vez una relación de poder, en la que unos soportan desproporcionadamente los costes y otros recogen los beneficios, pero también es una esperanza de que las relaciones sean buenas, o al menos mejores. Así, el reencuentro no implica revivir una unión anterior que puede ser idealizada por algunos y criticada por otros. El reencuentro indica que se ha producido una ruptura en las relaciones, lo que ofrece la oportunidad de comprometernos esta vez de forma diferente”.

El evento tuvo una rica participación con ponentes de diferentes países en la mesa en la cual me tocó participar. Todas las ponencias fueron en inglés, pero yo hablé en castellano, con mis diapositivas en los dos idiomas. Fue acerca de la investigación biológica en Puebla de 1989 a 2019, y se hicieron preguntas interesantes, a pesar de las diferencias idiomáticas. Se trata de un proyecto aun en curso, donde pretendemos mapear las líneas de investigación sobre biología en Puebla, donde resulta fundamental el papel de la Escuela de Biología de la UAP, fundada en 1987, además del Colegio de Posgraduados de Chapingo, en su sede en Puebla y algo menor en otras instituciones.

Con una base de datos en Excel que da cuenta de las publicaciones, se realizó análisis gráfico y también se procesó la información con el programa Réseau-Lu , que nos permite identificar relaciones sociales, realizar léxicos y visualizar mapas un entramado socio científico. Se trata de un trabajo que, espero, nos dé resultados fructíferos próximamente y que puede conducir a una planeación estratégica de la investigación y los estudios de ciencia, pero este fue un primer avance, con una audiencia de alta calidad académica, en un foro que debe ser valorado por ser pionero en los estudios sociales de la ciencia y la tecnología.

Obviamente al Padre Ubú esto le parecería de la menor importancia, pero no lo es, y los gobiernos que no valoran estas cosas están condenadas al fracaso, como ocurrió con el suyo o con otras dictaduras, como la de Franco, en España, que despreciaban la ciencia; o como dijo uno de sus esbirros, Millan Astray, en 1936: “muera la inteligencia”. Pero en los hechos las cosas no son así y sin ciencia el poder no funciona, y aquí en México eso lo supieron perfectamente Porfirio Díaz, Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos.

 

¡Vamos a interrumpir aquí!

 

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Ismael Ledesma Mateos

Biólogo (UNAM), Maestro en Ciencias en Bioquímica (CINVESTAV), Doctor en Ciencias (UNAM), Premio a la mejor tesis doctoral en ciencias sociales en el área de historia por la Academia Mexicana de Ciencias (1999), Postdoctorado en el Centro de Sociología de la Innovación de la Escuela Nacional Superior de Minas de París, Francia. Director fundador de la Escuela de Biología de la UAP, Presidente de la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y de la Tecnología A.C (SMHCT) (2008-2014), profesor-investigador de la FES Iztacala de la UNAM.

Ismael Ledesma Mateos
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