La derecha y los libros de texto gratuitos

La derecha siempre ha sido enemiga de la educación y la ciencia. La gente tiene que aprender a leer, escribir y hacer cuentas —decían— y ahora le agregan inglés, y computación, todos los demás conocimientos son inútiles y superfluos, la historia por ejemplo no tiene razón de ser enseñada. En cambio, para muchos otros, principalmente para las izquierdas en todo el mundo, la educación es un motor del desarrollo. Un acontecimiento muy importante en México fue la decisión del presidente Adolfo López Mateos de crear los libros de texto gratuitos para la educación primaria. En los años sesenta yo me formé con ellos. Eran realmente extraordinarios, con virtudes y con errores, pero un avance determinante para la nación. Aun los conservo y con frecuencia los recuerdo, sobre todo su visión de la historia de México, con la que ahora no coincido del todo, que es la misma que maneja el Presidente López Obrador en sus conferencias mañaneras.

Yo tuve una trayectoria muy acelerada. Cuando estaba en la preparatoria, en los años setenta, comencé a dar clases en secundaria y en primaria, donde enseñé durante dos años sexto grado. Fue una experiencia extraordinaria. Era la escuela nocturna donde estudié y terminé la primaria. Los alumnos, en su mayoría, eran de mi edad o mayores, y ahí tuve la oportunidad de vivir una reforma educativa, la del sexenio del presidente Luís Echeverría, con Víctor Bravo Ahuja como secretario de Educación Pública. Ahí se produjo una fuerte controversia, pues los nuevos libros de texto incluían temas como sexualidad humana y educación sexual y evolución, lo cual era inadmisible para los derechistas reaccionarios. El encargado de la elaboración de los libros de ciencias naturales fue Juan Manuel Gutiérrez Vázquez, un microbiólogo de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, que luego de ello fundó el Departamento de Investigaciones Educativas (DIE) del CINVESTAV.

Llegué a ver programas de televisión de una virulencia extrema y, lo más ridículo y gracioso, era que lo que más les molestaba no eran solo los temas de evolución sino los de sexualidad. ¡Qué horror, sexo en sexto de primaria! Aquí jugó un papel beligerante la Asociación de Padres de Familia, que reúne las expresiones más reaccionarias, pregonando valores anacrónicos y basados en prejuicios de influencia religiosa. Afortunadamente no tuvieron éxito. La reforma se realizó y esos libros funcionaron durante varios años. No he seguido con cuidado las posteriores modificaciones a los libros de texto gratuitos, pero sí recuerdo el escándalo que se produjo cuando se encargó la elaboración de los libros a Héctor Aguilar Camín y su grupo Nexos, los cuales ya impresos tuvieron que ser retirados, por sus menciones en contra del ejército, lo que generó su protesta. Fue uno de los negocios más grandes, pues se les encomendó reescribirlos para eliminar las partes motivo de la queja.

Ahora en los días recientes nos encontramos de nueva cuenta con un conflicto en relación a los nuevos libros de texto que ha elaborado la SEP, por parte de la Unión de Padres de Familia y otros grupos de derecha que alegan un atentado contra la educación de menores. En una nota de Yvonne Reyes, en Reporte Indigo, se dice “Padres de familia, maestros, especialistas e investigadores en temas de educación, así como representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil, expresaron su preocupación por el contenido ideológico de la 4T en los libros de texto gratuitos, por lo que anunciaron que alistan una estrategia jurídica. La Unión Nacional de Padres de Familia, Alianza de Maestros, SumaX Educación, Educación con Rumbo, Asociación Nacional de Instituciones de Educación (ANIEP), entre otras, indicaron que con esto se atenta contra la política educativa establecida en la constitución.

En conferencia de prensa, afirmaron que en lo que va de este gobierno aumentó la pobreza y la ignorancia, porque hay una educación sin rumbo, debido a que solamente se busca privilegiar el tema ideológico en los libros de texto gratuitos, en los cuales, además, se han detectado graves faltas de ortografía, lo que va en detrimento de la educación de los alumnos”.

Denuncian supuesto adoctrinamiento de niños: “Mencionaron el caso concreto de los libros de texto de primer año de primaria en los que se insiste en que los niños utilicen conceptos como Asamblea de aula, Plenaria, Comunidad de aula, Comunidad grupal, entre otros conceptos que podrían traer consecuencias graves en la educación”

¡Esa es la derecha!

El Pare Ubú no tendría semejantes preocupaciones por libros de texto ni cosas así, pero para un buen gobierno, que no sería el de su reino la educación es un tema trascendental, y el contra con buenos libros es crucial y creo que los que se están haciendo en este gobierno serán valiosos y de utilidad para la formación infantil.

 

¡Vamos a interrumpir aquí!