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Para una crítica al reduccionismo genético en Lewontin

Para una crítica al reduccionismo genético en Lewontin

Octubre 07, 2022 / Por Ismael Ledesma Mateos

Richard Charles “Dick” Lewontin (Nueva York, 29 de marzo de 1929 - Cambridge [Massachusetts], 4 de julio de 2021) fue biólogo evolutivo, matemático, genetista y filósofo de la biología estadounidense. A partir de 1966 contribuyó al inicio de las investigaciones en evolución molecular con sus trabajos acerca de la aplicación de técnicas de biología molecular —como la electroforesis en gel—, en cuestiones de variabilidad genética y evolución. Fue alumno del gran evolucionista Theodosius Donzhansky.

El reduccionismo comprende un conjunto de afirmaciones ontológicas, epistemológicas y metodológicas acerca de la relación entre diferentes dominios científicos.

A la fecha, en la biología se debate sobre la pertinencia de las explicaciones reduccionistas: mientras que por un lado se sostiene que un proceso puede entenderse con mayor profundidad si se reduce a su nivel de organización más simple (reduccionismo); por otra parte, hay quienes consideran que el todo no puede reducirse a sus partes. Quienes sostienen esta última postura antirreduccionista no se oponen al estudio detallado y profundo de las partes, pero insisten en la importancia de siempre volver a la visión de conjunto.

Lewontin cuestiona seriamente la insistencia de explicar todos los rasgos biológicos y comportamentales del ser humano con base en los genes.

Según Caponi, tal vez la pregunta acerca de la posibilidad de reducir las ciencias de la vida a la física y a la química constituya el problema fundacional de la filosofía de la biología.

En su combate al reduccionismo, Lewontin fue uno de los primeros defensores de la teoría jerárquica de la evolución. Desde esta perspectiva, la selección natural no limita su ejercicio a los genes, sino que células, organismos, demes, especies y clados pueden actuar también como unidades evolutivas.

La obra de Lewontin debe ser considerada en conjunción con la de otros autores tales como Stephen Gay Gould, Steven Rose, León J. Kamin y Richard Levins. Fue un militante político a lo largo de toda su vida, una vida en la cual la ciencia ocupa un lugar central, como biólogo especializado en ecología y evolución. Marxista declarado, escribió poco para la divulgación científica, aunque resultó muy influyente en su propio campo de trabajo, la dinámica de poblaciones y la evolución.

Dentro de su vasta obra, en su libro Biología como ideología (escrito junto con Levins), Lewontin se opone a la concepción del darwinismo tradicional, del organismo como un receptor pasivo de influencias ambientales.

Richard Levins (Nueva York, 1930-2016) también fue un militante de izquierda, marxista, que también se dedicó a la dinámica de poblaciones y la evolución. Políticamente, Levins, por su militancia comunista, se ligó a las experiencias de Puerto Rico, Vietnam, y Cuba (fue Dr. Honoris Causa de la Universidad de La Habana). A pesar de ese activismo, no dejó nunca de lado la ciencia como algo separado de la política.

Una cuestión nodal aquí es el entendimiento de la relación entre niveles de organización y explicación. Un defecto del interaccionismo, como del determinismo cultural y del biológico, es que es incapaz de afrontar el hecho de que el universo material está organizado en estructuras que pueden organizarse a niveles muy diferentes. Un organismo vivo —un ser humano, por ejemplo— es un ensamblaje de partículas subatómicas, un ensamblaje de átomos, de moléculas, tejidos y órganos. Pero no es primero un conjunto de átomos, luego uno de moléculas y después uno de células; es todo ello al mismo tiempo. Esto es lo que queremos decir al afirmar que los átomos, etc., no son otológicamente anteriores a los cuerpos mayores que componen.

Estas relaciones organizativas implican que propiedades de la materia que son relevantes a un nivel son inaplicables en otros. Los genes no pueden ser egoístas, estar enfadados, mostrar rencor o ser homosexuales, ya que éstos son atributos de cuerpos mucho más complejos que los genes: organismos humanos. De modo semejante, por supuesto no tiene sentido hablar de organismos humanos que presenten un emparejamiento base o fuerzas de Van der Waals, que son atributos de las moléculas y los átomos de que están compuestos los humanos. Sin embargo, esta confusión acerca de los niveles y las características apropiadas a ellos es una de las confusiones en las que el determinismo se ve constantemente envuelto.

La crítica al determinismo y al reduccionismo debe de ubicarse en el contexto de (una) ciencia de Izquierda, donde la influencia del marxismo es determinante. Para entender a Lewontin (y también a Levins) debe ponerse especial atención al pensamiento de Marx y de Engels, considerando que en el seno del marxismo se dan posturas divergentes al respecto, habiendo existido quienes priorizaron el estudio de la “dialéctica de la naturaleza” lo cual se dio en la versión conocida como “Dialmat”, predominante en la Unión Soviética y en los manuales (el marxismo manualero) que producían basada fundamentalmente en Engels; y por otro lado quienes enfatizan los aspectos ubicados en lo estrictamente social que priorizan las ideas de Marx.

En este orden de ideas, la aportación de Lewontin al marxismo es trascendental particularmente en el terreno de la teoría de la ideología, mostrando al reduccionismo y al determinismo, que involucra el geneticismo y el racismo, como ideologías en el sentido de Marx en la Ideología alemana, como “conciencia invertida de lo real”, consciencia distorsionada de la realidad.

En el reino del Padre Ubú estos debates eran inexistentes. Genes, determinismo, reduccionismo, medio ambiente, interacciones, niveles de organización, todos estos elementos de universo intelectual aquí planteado, eran impensables para un monarca autócrata, un tirano que todo tenía bajo su control, que se hizo del poder por un golpe de Estado, como ha ocurrido en otras dictaduras como el franquismo, en España, o las del cono sur, donde la ciencia pasó por un gran letargo, cercano a su destrucción.

 

¡Vamos a interrumpir aquí!

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Ismael Ledesma Mateos

Biólogo (UNAM), Maestro en Ciencias en Bioquímica (CINVESTAV), Doctor en Ciencias (UNAM), Premio a la mejor tesis doctoral en ciencias sociales en el área de historia por la Academia Mexicana de Ciencias (1999), Postdoctorado en el Centro de Sociología de la Innovación de la Escuela Nacional Superior de Minas de París, Francia. Director fundador de la Escuela de Biología de la UAP, Presidente de la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y de la Tecnología A.C (SMHCT) (2008-2014), profesor-investigador de la FES Iztacala de la UNAM.

Ismael Ledesma Mateos
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