Veintidós años de divulgación de la ciencia: ¿Cómo ves? y Gloria Valek Valdés

La divulgación de la ciencia es una labor multidisciplinaria cuyo objetivo es comunicar, publicar y poner al alcance de una audiencia no especializada el conocimiento generado por los diferentes gremios o comunidades científicas, a través de la utilización de una diversidad de medios y soportes disponibles, procurando una contextualización adecuada de esta información para hacerla más accesible, lo que requiere elaborar una forma discursiva acorde con circunstancias o necesidades específicas.
Uno de los canales formales de comunicación de la divulgación de la ciencia son las revistas, donde se escriben textos y artículos sobre distintas temáticas científicas, usualmente revisados por expertos o pares con distintos grados de rigurosidad, alcance y visibilidad. En estas producciones literarias, aquellos dedicados a la divulgación, así como algunos periodistas, producen no un discurso de ciencia, sino un discurso sobre ciencia.
En este sentido, en octubre de este año tuvo lugar el Seminario Nacional de Divulgación de la Ciencia, en modalidad virtual, organizado por El Instituto de Ecología (INECOL) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), que buscaba reunir a figuras representativas del país en este ámbito. La primera conferencia del evento fue una de las que captó mi atención, impartida por Estrella Burgos Ruíz, editora de la revista más longeva de divulgación de la ciencia en el país: ¿Cómo ves?, quien compartió sus experiencias de los veintidós años que lleva al frente de esta publicación, así como la relevancia de la divulgación científica en México.
¿Cómo ves? es una publicación mensual dirigida a estudiantes de bachillerato o preparatoria, llegando incluso a ser de utilidad para los recién ingresados a los primeros años de una licenciatura científica. Su primer número salió a la venta en diciembre de 1998, teniendo como portada y título principal: “Popocatépetl: un volcán rigurosamente vigilado”, donde se hizo una breve descripción del despertar intenso de las actividades del “cerro que humea” a principios de la década de los años noventa.

Esta revista es parte de la Dirección General de Divulgación Científica, que pertenece a la Coordinación de la Investigación Científica (CIC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La CIC tiene como propósitos impulsar y fortalecer la investigación científica y el desarrollo tecnológico vinculados a las necesidades del país, y fomentar sus vínculos con la actividad docente en todos sus niveles.
El principal objetivo de la revista ¿Cómo ves? es acercar a sus lectores al quehacer científico y tecnológico de manera amena y atractiva, a través de un aproximado de cuarenta páginas de noticias, reseñas, entrevistas, sugerencias de lectura, etcétera, que cuenta con un diseño de materiales escritos y gráficos a todo color que la hacen atractiva para su público objetivo.

Los temas elegidos se caracterizan por su actualidad, pequeños bocados de investigación de frontera o de interés social, por su importancia para los jóvenes, o para la formación de una cultura científica.
¿Cómo ves? se encuentra inscrita en el Índice de Revistas Mexicanas de Divulgación Científica y Tecnológica presupuestado y financiada por el CONACYT, es decir que es beneficiaria de un apoyo económico que requiere de ciertos puntos para poderder acceder a este recurso, como: contenido original, procesos rigurosos de arbitraje a las publicaciones que aspiran a publicarse, un comité editorial multiinstitucional, árbitros especialistas en su campo, no ser de reciente creación, mantener una periodicidad ininterrumpida y tener circulación nacional e internacional. ¿Cómo ves? cumple con todos estos aspectos, además fue reconocida en el año 2000 con el premio Novartis-Club Primera Plana al mejor artículo de divulgación en ciencias de la vida, y en 2002-2003 recibió otro galardón por parte de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología para América Latina y el Caribe y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en la categoría de programas.

Un par de meses atrás decidí enviar una entrevista para su publicación en una de sus secciones, por fortuna está próxima a salir. Fue de esta manera como pude ponerme en contacto e intercambiar algunos correos electrónicos con la jefa de redacción de la revista, Gloria Valek Valdés, quien además de mostrar interés en mi texto para acordar su publicación aproximada, me sugirió algunos breves cambios para que pudiera acoplarse al formato de la revista.

Durante el vaivén epistolar, y en un momento de reflexión, me pregunté sobre la trayectoria o intereses de Gloria Valek, quien ha estado interactuando conmigo al otro lado de la computadora y me ha mantenido al tanto de lo concerniente a la publicación de la entrevista que realicé. Su nombre me resultaba curiosamente familiar y, al hacer un rondín de rutina por mi biblioteca personal, di con un librito que adquirí hace un par de años. En efecto, llevaba el nombre de ella como autora. Se trata de Los volcanes, compilación en la que describe de una manera sencilla y fácil de entender, fenómenos naturales como la evolución de la Tierra, la actividad volcánica, los tipos de volcanes, cómo se producen las erupciones, sus tipos y los daños que ocasionan.

Al averiguar más sobre su camino profesional, pude enterarme que se ha dedicado por más de treinta años a la divulgación de la ciencia, graduándose en la licenciatura de Comunicación por la UNAM, además de obtener una maestría por la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Además de trabajar como jefa de redacción en la revista ¿Cómo ves?, también fue parte del equipo de editores de otra insigne revista mexicana: Ciencia y Desarrollo (que se publicó por primera vez en 1975 y dirigida a un tipo de audiencia distinta a la de ¿Cómo ves?, pues se enfocaba en un público de índole más profesional, sumergido e interesado en acrecentar sus conocimientos con elementos de la ciencia y de la tecnología que podrían considerarse más avanzados).

Gloria Valek es también profesora y académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, donde ha impartido, en la maestría de Comunicación, la asignatura de Comunicación Aplicada a la Divulgación de la Ciencia. Ha participado en numerosos congresos, coloquios y eventos fomentando el acercamiento de las ciencias sociales a través de lo que se genera en los campos de la física, la química y la biología.

Además de Los volcanes, también ha publicado otros libros como: Los laberintos de la locura, Una voz en un planeta único, Agua. Reflejo de un valle en el tiempo, Las drogas, Travesía por México, Érase una vez un mundo de agua, El fascinante mundo del petróleo, entre otros, la mayoría dirigidos a niños y jóvenes, así como otros de cariz más académico.

Acerca de su experiencia como jefa de redacción, comparte que su trabajo consiste en la edición de textos, en específico la corrección de estilo de las secciones fijas de ¿Cómo ves? Debe asegurarse de que los trabajos enviados estén bien escritos, sin imprecisiones, errores ortográficos, o evitar en la medida de los posible el uso de anglicismos, es decir palabras o expresiones procedentes del idioma inglés.

Añade que la labor de corrección de estilo es importante, ya que cuando se suelen recibir artículos se necesita identificar omisiones o lagunas significativas por parte de los autores. Opina que esta tarea hoy en día ha cambiado con la llegada de las nuevas tecnologías, refiriéndose en particular a las distintas funciones que ahora cualquier computadora posee y que posibilitan, como no se podía antes, la edición, corrección, acentuación y presentación de un texto. Menciona que el uso de internet, si se sabe utilizar adecuadamente, puede dar acceso ilimitado a conocimientos valiosos, pero por otra parte representa “un arma de dos filos, ya que se corre el riesgo de toparse con información no fidedigna”. No obstante, advierte que a pesar de todos estos avances tecnológicos, siguen presentándose errores que un corrector puede advertir y mejorar.

Recomienda que para la redacción de un artículo se debería buscar y escribir acerca de lo que a uno más le pueda atraer en materia científica; en dado caso de que algún un tema sea impuesto, hay que buscar una parte fascinante para abordarlo, como por ejemplo alguna anécdota. Además considera importante acercarse y asesorarse con expertos o especialistas en los temas que uno pretenda querer escribir, así como evitar los temas en los que uno mismo carezca de comprensión o dominio personal.

Admite que el acto de la escritura no siempre resulta fácil, sobre todo al empezar cualquier tipo de texto, por lo que también sugiere leer varias fuentes o libros de manera previa, pues considera que no es posible escribir sin leer lo suficiente. De forma similar al novelista estadounidense del género del terror Stephen King, plantea que un buen texto es aquel que atrae primero a uno mismo sin perder de vista para quién uno quiere o desea escribir.

No cabe duda que la escritura de un artículo o texto de divulgación, su corrección y publicación, es un proceso complejo que involucra a varias personas, como los editores y correctores de estilo, que a veces permanecen invisibles en la producción de la infraestructura del conocimiento científico, pero son valiosos aliados en el establecimiento de diálogos entre quienes hacen la ciencia (sus hallazgos, experimentos y preocupaciones) y una parte de la sociedad y sus dirigentes, que saben muy poco sobre la ciencia. Es por esta razón que aprovecho el cierre de mis líneas para enviar un saludo cordial y un agradecimiento a mi editor que, como cada fin de semana, logra con su trabajo la mejor comprensión de mis ideas vueltas palabras en este espacio virtual.