De color humano

Ni hogares ni escuelas son seguras para los niños

Ni hogares ni escuelas son seguras para los niños

Julio 08, 2022 / Por Eliana Soza Martínez

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Imaginar que ni el hogar ni la escuela son lugares seguros para los niños puede ser perturbador. Así parecen confirmarlo las últimas noticias en Bolivia. En esta semana, Jhair Choque, de seis años, fue secuestrado por una mujer que lo sacó de su unidad educativa para llevarlo a una casa y darle algún tipo de elemento fosforado que envenenó al pequeño hasta matarlo; esto en el departamento de Potosí. En La Paz, una niña de dos años murió de forma instantánea después de beber herbicida, guardado en un envase de gaseosa. Es lamentable, pero estos casos no son aislados: los infanticidios y violaciones suceden a diario en mi país, siendo los culpables, los progenitores o familiares cercanos. A esto se suman los abandonos de recién nacidos que también son bastante continuos.

Detalles de algunos de los casos son los siguientes: En la muerte de Jhair Choque, fue la novia del padre quien lo sacó del colegio y parece ser que el tema de asistencia familiar que pedía la madre sería uno de los móviles para haberlo secuestrado. En el envenenamiento por herbicida de Ariana, la niña de dos años, la madre y abuela que vivían con ella la dejaron sola para ir a trabajar. Aún no se han esclarecido todas las circunstancias. En la violación y asesinato, en mayo de este año, de una niña de cuatro años, Fabiola, la dejaron ir a comprar dulces a una tienda cercana a la casa. Nunca volvió: un chico de 16 la raptó, violó y asesinó. Una niña de doce años fue violada por su hermano, quedando embarazada. Así podríamos seguir describiendo casos donde padres, padrastros, abuelos, tíos, amigos cercanos son quienes violentan a los pequeños.

Me pregunto: ¿Qué lugar es seguro para los niños?, ¿dónde podrán refugiarse de los problemas que ya afrontan a su edad?, ¿en quién pueden confiar? Intentando ponerme en sus zapatos, no puedo imaginar la soledad en la que viven al mantener un secreto como la vejación. En cuanto a la violencia física, ¿qué pueden pensar de sus padres y de ellos mismos?, ¿cómo ocultarlo en la escuela, con sus amigos? Incluso recuerdo casos en los que los chicos defendían a sus victimarios, evitando que los separaran de ellos, creyendo que así debe ser un hogar, pues era lo único que conocían.

Ante la intervención de las autoridades, tampoco tienen un futuro esperanzador. En el mejor de los casos encuentran a una familia extendida que se hará cargo de ellos. Sin embargo, continúan las preguntas: ¿Una tía, una abuela la criarán igual que una madre? En el peor escenario tendrán que ser llevados a instituciones gubernamentales, hogares de niños, donde se convertirán en un número y solo si tienen suerte vivirán una vida segura.

Ahora mismo, un municipio entero está movilizado pidiendo justicia para Jhair Choque, pero yo me pregunto, aunque le dieran la mayor condena —que en Bolivia son 30 años— a la asesina confesa, ¿en qué cambiaría el futuro de otros chicos como Jhair? Nos toca pensar acerca de qué estamos haciendo mal como sociedad y como autoridades. ¿Cómo se puede evitar, sobre todo prevenir, que se sigan dando estos casos? ¿Se está pensando en algún cambio estructural en la educación, donde se priorice la gestión de emociones, el respeto a la vida y al cuerpo ajeno, las obligaciones y las responsabilidades de los que se debe ser consciente para ser padre de familia? Sin estos cambios de fondo, pienso que seguiremos escuchando más noticias como las que describimos al principio de este artículo y solo nos quedará un sentimiento de impotencia que no se resolverá castigando con más severidad a los culpables.

Eliana Soza Martínez

Eliana Soza Martínez (Potosí, Bolivia) Autora de Seres sin Sombra (2018). 2da. Edición (2020) Ed. Electrodependiente, Bolivia. Junto a Ramiro Jordán libro de microficción y poesía: Encuentros/Desencuentros (2019). Antología Iberoamericana de Microcuento (2017), compilador Carvalho; Escritoras bolivianas contemporáneas (2019) compiladoras: Caballero, Decker y Batista, Ed. Kipus. Bestiarios (2019), Ed. Sherezade, Chile. El día que regresamos: Reportes futuros después de la pandemia (2020), Ed. Pandemonium, Perú. Brevirus, (2020), Brevilla, Chile. Pequeficciones: piñata de historias mínimas (2020) Parafernalia, Nicaragua. Historias Mínimas (2020), Dendro Editorial, Perú. Microbios, antología de los Minificcionistas Pandémicos (2020), Dendro Editorial, Perú. Caspa de Ángel: cuentos, crónicas y testimonios del narcotráfico, Carvalho y Batista. Umbrales, Antología de ciencia ficción Latinoamericana (2020), Ediciones FUNDAJAU, Venezuela. https://www.facebook.com/letrasenrojo Instagram: @Eliana.Soza https://www.youtube.com/channel/UCJC8RtYxDvq0JVrb2ZIioeg

Eliana Soza Martínez
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