El rugido comunitario de una rebelión

Ruge como Niña es una recopilación poética que reúne las voces de diversas escritoras mexicanas, algunas de ellas poblanas. La antologuista de la plaquette es la artista Mar Alaffita, una persona multidisciplinaria: escritora, gestora cultural, académica, entre varias cuestiones más. Yo me emocioné mucho cuando salió Ruge porque conozco el trabajo de Mar y de varias de las artistas que aparecen en él. Tan sólo Akire Ledezma, Frau Márquez, Anna Sol y BNerak son mis comadres. Las he visto crecer con su escritura y como personas, aclaro con esto que este texto no pretende ser con rigor una crítica literaria, pues es más una celebración de ver triunfar a un grupo de personas que han batallado muy duro para llegar al lugar en el que están. Sin embargo yo no promovería un producto o una obra que no tuviese calidad, a pesar de ser de alguna amistad. Ruge como Niña se defiende sola, con el multiverso de versos en furia que salen de ella, es rabia de mujeres que guerrean con la poesía, con su tiempo, contra la violencia de género; son un grito de justica que surca los aires de la contemporánea y renovada literatura mexicana. Además, me parece prodigioso que fuese una editorial poblana, Tinta Sangre Ediciones, quien tomara el proyecto. El diseño de la plaquette es muy lindo.

Ruge ya ha tenido diferentes presentaciones y goza de una tremenda distribución. Los tirajes se han agotan rápido y van saliendo nuevas reediciones, a tal grado que también vendrá una versión ilustrada. Algo que me parece meritorio es su carácter democrático e integrador, pues en Ruge encontramos voces consagradas como Débora Hadaza, Julieta Teresa o Chrys Sainos, quienes han recibido reconocimientos literarios, así como también encontramos a voces emergentes que están abriendo camino de forma notoria, como Aurora Valderrábano, con una distinguida trayectoria en slams de poesía.

Estamos frente a una obra que se nutre de comunidad femenina, de periferia, de estética, de multiestilos que merece ser revisada por académicos, público en general, por mujeres que se sentirán identificadas con su narrativa y su música. Pero también la obra va para hombres que quieran entender y dialogar con las problemáticas de la violencia de género y que todas y todos, como lectores, nos atraviese el arte de estas mujeres y despierte nuestro sentido crítico.