Káos

La muerte de Emmanuel Lèvinas

La muerte de Emmanuel Lèvinas

Diciembre 19, 2023 / Por Antonio Bello Quiroz

La muerte nunca es asumida, adviene

Emmanuel Levinas

 

Mientras que el 25 de diciembre el mundo occidental celebra el nacimiento de Jesús, el filósofo de origen judío, franco-lituano, Emmanuel Lévinas, se deja morir justo ese día de Navidad, el 25 de diciembre, en París, en 1995. Lèvinas tenía entonces 89 años. Habría nacido en enero de 1906 en Kovno y creció en un ambiente en el que convivían la cultura judía y la rusa. En 1923 su familia opta por el exilio y se instala en Estrasburgo, donde comienza sus estudios de filosofía y conoce a Maurice Blanchot, cuya obra comentará años más tarde y es evidente su influencia en el desarrollo de su pensamiento, he incluso en su salvamento (ayudó a la esposa e hija de Levinas a que no fueran remitidas a un campo de concentración).

Emmanuel Lèvinas vivió las dos guerras mundiales. Durante la primera, su familia se traslada de Lituania a Ucrania en busca de refugio. Durante la segunda guerra, fue hecho prisionero por el ejército alemán, sin embargo, como obtuvo la nacionalidad francesa en 1930, pudo ocultar su condición judía. Es llevado a Hannover Alemania a un campo de concentración donde se salva de la muerte debido a su condición de prisionero de guerra y al hecho de que fuera designado a prestar sus servicios como traductor. Su familia, una buena parte de ella, no tuvo la misma suerte y terminaron en el campo de exterminio. Lèvinas contrae matrimonio y se muda a radicar a París, desde donde impartirá su enseñanza. Sus cuadernos de guerra llevan el título de El y tiempo y el otro, publicado en 1947.

En 1928 Emmanuel Lèvinas acudió a Friburgo para seguir los cursos de Husserl, pensador sobre el que escribirá en 1930 su tesis doctoral. Este viaje a Alemania fue fundamental para nuestro pensador, en tanto que buscando a Husserl se encontró con la obra de Martin Heidegger y su Ser y tiempo (Sein und Zeit). La reconsideración que se hace en ella del ser y de toda la tradición, desde Platón hasta Nietzsche, encuentra su eco en dos obras importantes de Lèvinas: De la existencia al existente (1948) y El tiempo y el otro (1947).

En 1933 Emmanuel Lévinas rompe con Heidegger, a quien nunca perdonaría su cercanía con el nazismo.

Lèvinas traduce del alemán al francés las Meditaciones Cartesianas, de Husserl, introduce a este filósofo pilar de la fenomenología en Francia; el propio Jean-Paul Sartre afirmó haber conocido la fenomenología gracias a los trabajos de Emmanuel Lèvinas.

Pudo ocultar a las tropas nazis su condición judía, sin embargo, para Lèvinas en su obra siempre están presentes sus estudios sobre el Talmud (el hebreo es su lengua materna), así ocurre en Totalidad e infinito. Ensayos sobre la exterioridad (1961), donde denuncia que la razón no ha servido para evitar el holocausto nazi, por el contrario, se hizo ahí uso de la razón y la técnica para el exterminio del diferente. La razón, la esencia de la razón, escribe, “no consiste en darle al hombre un fundamento y poderes sino en invitarle a la justicia”.

Su filosofía, considerada como humanista, tiene una fuerte influencia católica y se centra en el Otro, en el rostro del otro como la vía de acceso a la ética. Propone a la ética como la filosofía primera. Entre los años sesentas y ochentas escribe el grueso de su obra, en especial, Humanismo del otro hombre (1973), trabajo sustentado en la subjetividad que se instaura en el momento en que el yo al ser proyectado hacia el exterior por la intencionalidad, no regresa a sí-mismo, sino que se abre a la alteridad, mediante el reconocimiento del otro, a quien acoge como huésped. Estas ideas serán vueltas a plantear en su última obra, Entre nosotros (1991).

Dios, el tiempo y la muerte son tres de los temas recurrentes en la obra del pensador lituano-francés. En la propuesta filosófica de Emmanuel Lèvinas, la muerte no constituye una carga negativa para el existente, sino al contrario, la entiende en un sentido positivo, en tanto apertura y anuncio de la alteridad que, según este filósofo, es condición indispensable para la constitución de la subjetividad; la muerte es vía para la trascendencia. La muerte es la alteridad radical y, haciendo eco de lo planteado por Sócrates, no habría porque sacarle la vuelta.

La esencia de la filosofía levinasiana la constituyen dos problemas fundamentales en torno a los cuales se organiza su sistema filosófico: la necesidad de trascendencia ante la inminencia de la muerte y la constitución de la subjetividad como vía para alcanzar la trascendencia.

El 25 de diciembre de 1995 muere en París, en plena Navidad. Lèvinas se niega desde tiempo antes a recibir atención médica hasta que desfallece. El acta de defunción establece como causa la anemia, pero nada nos evita pensar que se trata de un suicidio, es la forma en que se da muerte un cristiano, sin agravar a Dios.

Jacques Derrida pronuncia un discurso de despedida a Lévinas el 28 de diciembre, publicado bajo el título de Adiós a Emmanuel Levinas. Aquí un fragmento:

“No puedo encontrar, ni siquiera desearía tratar de encontrar las palabras precisas que den el justo valor a la obra de Emmanuel Levinas. Es tan vasta que sus orillas ya no se pueden ver, y habría que empezar por aprender de él y de Totalidad e infinito, por ejemplo, cómo pensar lo que es una “oeuvre” u “obra” –y lo que es la fecundidad–. Además, no cabe la menor duda, ésta sería una tarea de siglos de lectura. Hoy, más allá de Francia y Europa – observamos día a día incontables indicios de esto en un número creciente de publicaciones, traducciones, cursos, seminarios, conferencias– las repercusiones de su pensamiento han cambiado el curso de la reflexión filosófica de nuestro tiempo, así como de la reflexión sobre la filosofía: sobre qué es lo que la relaciona con la ética o, según otra idea de la ética, con la responsabilidad, la justicia, el Estado y, por lo demás, con otra idea del orden, una idea que sigue siendo más actual que cualquier innovación, porque precede absolutamente al rostro del Otro”.

Emmanuel Lèvinas, el ser humano, ha muerto, pero su pensamiento es absolutamente vigente, en tanto que se percibe la necesidad imperiosa de su filosofía como una alternativa viable y esperanzadora para solucionar los problemas de un mundo violento e inequitativo, aquejado por graves conflictos y problemas que amenazan al desarrollo y la supervivencia de los seres humanos. Se trata de un pensamiento que alcanza estatus de heroico en tanto que no obstante haber estado su existencia perseguido por las guerras, el odio racial y el exterminio, este pensador propone un sistema filosófico en el que el fundamento de la subjetividad es el acto ético de reconocimiento y acogida del Otro, que constituye vía y condición para la Trascendencia. Lèvinas constituye a la ética como filosofía primera y propone una metafísica ética que representa también una esperanza ante el nihilismo y la ausencia de propuesta que caracteriza al pensamiento filosófico en el contexto de la posmodernidad.

Emmanuel Lèvinas considera que la relación entre los seres humanos es la cuestión más importante a elucidar con el propósito de oponerse a la violencia y de sanar el sufrimiento; éste es el fundamento de su filosofía: el acto de respeto y reconocimiento al otro, que es el momento en que adviene la subjetividad y a través del cual se logra la trascendencia.

Antonio Bello Quiroz

Psicoanalista. Miembro fundador de la Escuela de la Letra Psicoanalítica. Miembro fundador de la Fundación Social del Psicoanálisis. Ha sido Director fundador de la Maestría en Psicoanálisis y Cultura de la Escuela Libre de Psicología. Ha sido Director de la Revista *Erinias*. Es autor de los libros *Ficciones sobre la muerte*; *Pasionario: ensayos sobre el crimen* y *Resonancias del deseo*. Es docente invitado de diversas universidades del país y atiende clínica en práctica privada en Puebla.

Antonio Bello Quiroz
En pocas palabras

Mayo 03, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

Entre Pessoa y Nandino, la infancia recobrada

Abril 30, 2024 / Por Maritza Flores Hernández

Para Cristina Botelho (hilandera de utopías)

Abril 30, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

La niñez abandonada

Abril 30, 2024 / Por Antonio Bello Quiroz

En pocas palabras

Abril 26, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

La joven homosexual: amar a una mujer

Abril 24, 2024 / Por Antonio Bello Quiroz

Palabras al límite del tiempo

Abril 24, 2024 / Por Márcia Batista Ramos