Tinta insomne

Literatura, consciencia y disciplina femenina

Literatura, consciencia y disciplina femenina

Octubre 06, 2023 / Por Fabiola Morales Gasca

 

Portada y fotografías, cortesía de la autora.

 

Necesitamos mujeres que sean tan fuertes que puedan ser amables, tan educadas que puedan ser humildes, tan feroces que puedan ser compasivas, tan apasionadas que puedan ser racionales y tan disciplinadas que puedan ser libres.

Kavita N. Ramdas

 

Pese a las dificultades que todos afrontamos en el 2020, fue un año determinante en muchos aspectos. En cuestiones literarias, se inicia la tradición de la Feria Nacional del Libro de Escritoras Mexicanas (FENALEM), de forma virtual y al siguiente año de forma híbrida. Realizada en un inicio por Escritoras Mexicanas y actualmente como un proyecto aparte, la FENALEM ha crecido de forma exponencial. En el 2022 la ciudad anfitriona fue Guanajuato, donde las cuatro sedes se vistieron de letras y más de 200 escritoras de los distintos géneros literarios asistieron para presentar sus obras.

Para este 2023, la Feria Nacional del Libro de Escritoras Mexicanas se realizó en la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, y continuó en la bella ciudad de San Cristóbal de las Casas, del 6 al 9 de septiembre. Fueron días cargados de intensa adrenalina y emoción en las presentaciones de libros y encuentro entre escritoras de todos los puntos de nuestra República.

 

 

Bell Hooks, escritora y crítica cultural, señalaba que el proceso de forjar vínculos femeninos es importante para compartir perspectivas y estrategias de cambio que enriquezcan nuestra comprensión del género (48). La reunión de grupos de mujeres (en específico los grupos pequeños) pueden ser importantes escenarios de educación que den lugar para una  conciencia crítica. También, de acuerdo con Hooks, nuestros pensamientos se verían reforzados y con perspectivas más amplias conversando con mujeres expertas. Este “compromiso individual, unido a la participación en una conversación colectiva, proporciona un espacio en el que los comentarios críticos son posibles y consolidan nuestro esfuerzo para cambiar y renovarnos” (50).

Para Bell Hooks, la esperanza de la revolución femenina reside en este compromiso con los principios feministas, tanto en nuestras palabras como en nuestras acciones. La FENALEM cumple con estas ideas. Me parece que muchas de las escritoras presentes vimos cumplidas nuestras expectativas, no sólo de presentar un libro sino de ver nutrida nuestra consciencia de género al compartir la experiencia personal y de escritura en los días que duró el evento. Varias autoras expresaron en su obra mucho de lo que nosotras hemos vivido en el mundo cotidiano: la segregación, el abandono y la violencia en sus diversas formas, hasta llegar a la más extrema que es el feminicidio. Todos estos son temas leídos desde otras perspectivas a las ya acostumbradas bajo un canon clásico donde las plumas masculinas se imponen. Para Hooks, antes de un cambio se necesita una preparación política para llevar a cabo este esfuerzo y, ante todo, “aprender a ser solidaria, a luchar las unas junto a las otras” (51). El estar ahí presentes, acompañándonos, leyéndonos, sirvió para que esta lucha y consciencia se robusteciera en la mayoría de nosotras.

 

 

Charlotte Bunch, en Passionate Politics, señalaba que en una lucha se requiere un esfuerzo no sólo para cambiar las estructuras sino para cambiarnos a nosotras mismas, además “traspasar las premisas etnocéntricas y aprender de verdad cuál es perspectiva del otro exige persistencia y motivación, algo que el amor suele proporcionar”. Si anhelamos la transformación del mundo, forzosamente hay un compromiso personal. Así, para Bell Hooks:

 

El amor puede ser, y es, una fuente importante de capacitación cuando nos enfrentamos a cuestiones de sexo, raza y clase. Si vamos a colaborar para identificar y confrontar nuestras diferencias (enfrentarnos a las maneras en que dominamos y somos dominados) y cambiar así nuestra conducta necesitamos una fuerza mediadora que nos sostenga y evite que nos quebremos durante el proceso, que evite el desaliento. (52)

 

Cuando escritoras de distintos puntos del país se sientan para compartir no sólo sus textos sino su experiencia tanto de escritura como académica, una solidaridad y confrontación de diferencias se hace presente para tomar consciencia de lo que somos y de lo que aspiramos a ser. Comprendemos en comunidad que hemos estado limitadas durante siglos y que aunque hemos avanzado mucho en las últimas décadas, aún el camino es largo para eliminar las diferencias de género. Paulo Freire señalaba en su Pedagogía del oprimido que la revolución no es posible sin una teoría de la revolución (ciencia) y que no es irreconciliable con el amor. Los verdaderos revolucionarios han de percibir la revolución como un acto de amor. Me parece que la conversación inteligente, el compañerismo y el amor fraternal se vivió en esta Feria Nacional del Libro de Escritoras Mexicanas. La fraternidad se hizo presente en cada una de las presentaciones y conferencias, aumentando nuestra conciencia y compromiso personal.

 

 

La sororidad, entendida y definida como lo señala Marcela Lagarde: “la amistad entre mujeres diferentes y pares, cómplices que se proponen trabajar crear y convencer” y donde “No hay jerarquía, sino un reconocimiento de la autoridad de cada una” (BBC Mundo), se vio presente en esta feria. Mucho se ha dicho que este es el siglo de las mujeres. Considero que este tipo de eventos sirven para llevar a cabo este propósito, al menos en la literatura. Así se sintió con más de 100 escritoras de diversos géneros que presentaron parte de su obra y con el enorme esfuerzo de las organizadoras del evento, integradas por: Camelia Rosío Moreno, Fanny Morán, Perla Santos, Maru San Martin, Elsa D’ Solórzano, Guadalupe Vera, Jazmin García, Marisol Vera y Alejandra R. Montelongo. La inauguración, hecha el 6 de septiembre en el Centro Cultural Jaime Sabines, reunió a escritoras reconocidas, entre ellas a Beatriz Escalante, quién dio el arranque de este evento. Ella narró sus experiencias como mujer en el mundo de la escritura y habló de las desventajas, pero también de oportunidades que se pueden obtener al narrar.

 

 

El mismo día se vio engalanado por diferentes autoras de narrativa. Distintas voces poéticas fueron presentadas el 7 de septiembre en la Casa de la Cultura Luis Alaminos Guerrero, de la misma capital. Los días 8 y 9 el evento se trasladó al Centro de Desarrollo Creativo y Cultural El Rastro, en San Cristóbal de las Casas. Para cerrar el día, con auditorio lleno, se presentó a la primera antología de poesía FENALEM y se hizo la clausura de actividades de la feria en presencia de diversas autoridades de la ciudad. Celebrando el éxito de la feria y reunión de los diversos talentos de toda la república mexicana, se realizó el cierre con un tradicional vaso de pox o posh. Esta bebida, propia de la región y preparada en los altos de Chiapas — sagrada y medicinal desde los mayas del México prehispánico—, fue el broche de oro para tan singular evento. El secreto de la siguiente sede de la Feria Nacional del Libro de Escritoras Mexicanas se guardó de forma celosa y se espera con emoción el siguiente año. Estoy segura que serán doce meses de espera fructíferos cargados de trabajo, disciplina, crecimiento personal y mucha sororidad para cada autora. Felicidades a todas las asistentes y enhorabuena a las organizadoras ¡Que siga creciendo la FENALEM! ¡Larga vida a las escritoras de nuestro país!

 

 

Referencias

BBC Mundo Redacción. “Sororidad, la palabra que plantea una especial forma de apoyo entre las mujeres”. 9 marzo 2018. Consultado en https://www.bbc.com/mundo/noticias-43339307

Hooks, Bell. Respondona. Pensamiento feminista, pensamiento negro. Ediciones Paidós. Ciudad de México. 2023.

Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. 1968. Consultado en https://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/general/FreirePedagogiadelOprimido.pdf

Fabiola Morales Gasca

Fabiola Morales Gasca Licenciada en Informática por el Instituto Tecnológico de Puebla. Egresada de talleres literarios en la Casa del Escritor y la Escuela de Escritores. Terminó el Diplomado en Creación Literaria en la SOGEM-IMACP de Puebla. Maestra en Literatura Aplicada por la Universidad Iberoamericana. Autora de los poemarios “Para tardes de Lluvia y de Nostalgia” 2014 y “Crónicas sobre Mar, Tierra y Aire” 2016 Editorial BUAP. Libros infantiles “Frasquito de cuentos” y “Confeti” 2017, BUAP y Libro de minificciones “El mar a través del caracol” Editorial El puente 2017. El niño que le encantaban los colores y no le gustaban las letras 2018. Luciérnagas 2020. Participante de varias antologías en España, Paraguay, Chile, Colombia y México. Lectora voraz y escritora incansable.

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