Desde el Sur

Los inmigrantes

Los inmigrantes

Diciembre 09, 2022 / Por Márcia Batista Ramos

Nada los va a parar en la búsqueda de sus sueños. Se merecen todos y cada uno de sus éxitos

Michelle Obama

 

Las personas, en un intento de sobrevivir a la guerra, al hambre, a la escasez de trabajo y por tantos otros motivos tan básicos, acostumbran a buscar otro lugar para vivir y se transforman en imigrantes. Salen de su país buscando Ítaca en los brazos de Morfeo.

Los inmigrantes no son aves, pero abandonan su tierra natal en bando, cruzando mares, aires y tierras. En busca de tierra firme, donde por las noches, los pájaros de hierro y fuego no sobrevuelen su ciudad con sus ruidos impertinentes, temblando todo, explotando bombas, haciendo añicos al sueño de los niños.

Los inmigrantes no son ganado. Pero hace tiempo se amontonan en la frontera (como ganado) en espera de que se abra la tranquera y puedan pasar. Están en busca de pan, de leche, de escuela, de techo y de muchos derechos que los gobiernos de sus países les niegan. Van desnudos de bagaje y llenos de esperanzas y ambiciones en sus mentes. Dispuestos a enfrentar políticas de los nuevos países, que parecen ser más peligrosas que las propias tempestades, pero ellos apenas temen a la muerte antes del puerto.

Los inmigrantes no son fantasmas. Pero son invisibles para los gobiernos que los reducen a simples números, para contabilizar, fríamente, cuántos no comen, cuántos no tienen trabajo, cuántos enferman, cuántos mueren.

Los inmigrantes son noticia de periódico cuando el barco se hunde. O son protagonistas del fenómeno migratorio que atraca en costas y ciudades de personas sin documentos, analfabetas en el nuevo idioma y, por lo tanto, que no pueden acceder a su propio sueño. Así, obligados por sus circunstancias, tienen que vivir los escenarios más peligrosos de la vida real, como ese mar con el que Gianfranco Rosi empieza la película Fuocoammare.

Los inmigrantes cruzan el mundo con los ojos abiertos, deseando pertenecer a otro mundo, por lo menos, un poco más justo. Cruzan el cielo deseando mejor vida para sí y para los suyos. Cruzan los mares con miedo de la espuma, de los corales, peces y caracolas que les puedan engullir así, sin pasaporte.

Márcia Batista Ramos

Nació en Brasil, en el Estado de Rio Grande do Sul, en mayo de 1964. Es licenciada en Filosofía por la Universidade Federal de Santa María (UFSM)- RS, Brasil. Radica en Bolivia, en la ciudad de Oruro. Es gestora cultural, escritora y crítica literaria. Editora en Conexión Norte Sur Magazzín Internacional, España. Columnista en la Revista Inmediaciones, La Paz, Bolivia y columnista del Periódico Binacional Exilio, Puebla, México, Mandeinleon Magazine, España, Archivo.e-consulta.com, México, Revista Barbante, Brasil, El Mono Gramático, Uruguay. Además, es colaboradora ocasional en revistas culturales en catorce países (Rumania, Bolivia, México, Colombia, Honduras, Argentina, El Salvador, España, Chile, Brasil, Perú, Costa Rica, USA, China, Nepal, Uzbekistán, Paquistán, Arabia Saudita). Publicó: Mi Ángel y Yo (Cuento, 2009); La Muñeca Dolly (Novela, 2010); Consideraciones sobre la vida y los cuernos (Ensayo, 2010); Patty Barrón De Flores: La Mujer Chuquisaqueña Progresista del Siglo XX (Esbozo Biográfico, 2011); Tengo Prisa Por Vivir (Novela Juvenil, 2011 y 2020); Escala de Grises – Primer Movimiento (Crónicas, 2015); Dueto (Drama, 2020); Rostros del Maltrato en Nuestra Sociedad –Violencia Contra la Mujer. (Ensayo, 2020); Universo Instantáneo (Microficción, 2020).

Márcia Batista Ramos
Entre Pessoa y Nandino, la infancia recobrada

Abril 30, 2024 / Por Maritza Flores Hernández

Para Cristina Botelho (hilandera de utopías)

Abril 30, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

La niñez abandonada

Abril 30, 2024 / Por Antonio Bello Quiroz

En pocas palabras

Abril 26, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

La joven homosexual: amar a una mujer

Abril 24, 2024 / Por Antonio Bello Quiroz

Palabras al límite del tiempo

Abril 24, 2024 / Por Márcia Batista Ramos

David Hockney y el libro abierto

Abril 19, 2024 / Por Maritza Flores Hernández