Tinta insomne

Microrrelatos de horror escritos por mujeres

Microrrelatos de horror escritos por mujeres

Agosto 05, 2022 / Por Fabiola Morales Gasca

Hace pocas semanas, en la primera semana del mes de julio, la editorial peruana Luna Negra Editores presentó la Antología: Microrrelatos de horror escritos por mujeres. La convocatoria, realizada meses atrás, atrajo la pluma de las amantes de la brevedad. Los comentadores para este evento fueron Javier L. Vílchez Juárez, Malú Cabezas Avellaneda, Antonio Zeta Rivas y Edgard J. Rivera.

En esta ocasión, “Tinta insomne” se dio a la tarea de entrevistar al escritor Javier Leonec Vílchez Juárez (Piura, Perú), licenciado en Lengua y Literatura (UNP), con estudios de maestría en Escritura Creativa (Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMS). Autor de SORPRESA y otros cuentos (narrativa, 2006), Estaciones (haikus, 2014), Fragores y Mutismos (narrativa, 2014), Los Rostros de la Quimera (libro híbrido, 2019), Los rostros de Jano (micronovela, 2020), Poliedro (micronovela, 2020) y Agripnia (microrrelatos, 2021). Actualmente Javier L. Vílchez es director del Taller de Creación Literaria del Instituto de Arte y Cultura de la UNP. También dirige la revista literaria Letra Azul, de la misma casa de estudios superiores, así como el sello Luna Negra Editores.

 

—¿Por qué convocar a un concurso de microrrelatos de horror solo para mujeres?

—Hubo tres razones que motivaron el lanzamiento de esta antología dedicada a este género de lo sumamente breve y dirigido exclusivamente para mujeres: La primera está relacionada con las experiencias obtenidas en antologías anteriores impulsadas por el Grupo Tabula Escrita (dirigida ahora por la escritora Malú Cabezas y nuestro sello Editorial). Con estos proyectos pudimos darnos cuenta de que existe un número significativo (que va en aumento) de escritoras que se dedican a la escritura de microrrelatos de diferentes temáticas. La segunda razón es porque existe en la actualidad un gusto creciente hacia las historias de suspenso, fantásticas, terror y de horror. Estas últimas tal vez motivadas, por solo mencionar dos de las causas más resaltantes, por la mortandad a causa del Covid-19 y por la tensión mundial como consecuencia del conflicto Ucrania-Rusia: la muerte siempre al acecho, expectante. La tercera razón está relacionada con el compromiso de la editorial por impulsar el trabajo femenino no solo de nuestro país, sino del resto de países de habla hispana.

Fue por estos motivos que nos propusimos elegir uno de los temas mencionados anteriormente (el horror) y lanzar el concurso de convocatoria abierta para la elaboración de Antología: microrrelatos de horror escritos por mujeres.

—¿Cuáles fueron los principales criterios de selección?

—Se consideraron cinco criterios para poder seleccionar los trabajos que formarían parte de la antología. 1) Los trabajos seleccionados pertenecen al género del microrrelato, es decir al conjunto de textos ficcionales breves (para este certamen con una extensión máxima de cien palabras) y de carácter narrativo; 2) Los microrrelatos corresponden al género del horror; 3) La lengua en el que están escritas las obras es el castellano o español; 4) Los textos presentan calidad literaria (para ello, la selección ha estado a cargo de un grupo de experimentados escritores que cumplieron la función de jurado); y 5) Cada texto debe ser el trabajo creativo de una autora (sin importar la nacionalidad).

—¿En qué radica la diferencia entre la escritura femenina y masculina para expresar el horror?

—En realidad, por supuesto que es mi punto de vista personal, no creo que pueda decir que existe una diferencia entre los textos de horror escritos por mujeres y los escritos por hombres. En ambos casos, los autores se agencian de técnicas, estrategias, recursos de escrituras y los aplican según sus propias conveniencias. Tanto narradora como narrador perciben el miedo, lo canalizan y, cuando creen necesario, lo literaturizan. Los dos son capaces de crear personajes tanto femeninos como masculinos, de darles movimiento, voz, de crearles atmósferas siniestras, etc. En realidad, la única diferencia que veo es la denominación. En ambos grupos hay autores consolidados y otros que recién están experimentando la escritura.

—¿Cuál fue el tema de horror que más predominó en los textos recibidos?

—En realidad, no puedo afirmar que existe un subtema predominante en la antología, ya que cada trabajo aborda uno distinto. El microrrelato ganador “Abismo matemático” por ejemplo, desarrolla un horror cósmico. Este difiere de “Chumbala cachumbala”, de Nai Roble, que desarrolla el subtema de los muertos vivientes. Estos dos, a su vez, difieren de “En su cabeza”, de Mónica Anaid Piedras Montoya, que aborda un subtema relacionado a lo psicológico. Y así sucesivamente ocurre con los demás microrrelatos de esta antología.

—¿Cómo considera usted la aceptación y difusión del género de minificción en su país de origen? ¿Y en Latinoamérica?

—Puedo decir que en mi país la aceptación es buena. La minificción, en particular el microrrelato, ha ido ganado adeptos y ha ido ganando, a paso lento pero seguro, un lugar merecido dentro de los géneros literarios más demandados. Del mismo modo, cada vez hay más autores que se están aventurando a la escritura de textos breves. Asimismo, junto la creciente apuesta editorial, se ha podido observar una respuesta por parte de los críticos y estudiosos de la literatura, quienes han empezado a dirigir sus esfuerzos para comentar y hacer planteamientos teóricos sobre los mismos, respectivamente. Lo mismo está pasando, creo yo, en muchos otros países.

—Desde su percepción, ¿cree que el género de minificción es difundido en nuestros países de habla hispana? ¿Por qué?

—Así es. Aunque no solo me limitaría a los de habla hispana. Lo que sucede es que la minificción (microrrelato, micropoemas, fábula, anécdota, parábola, poema en prosa, bestiario, miniensayo, etc.), debido a su brevedad tiene ciertas ventajas a diferencia de los géneros de mayor extensión. En primer lugar, no ocupan mucho espacio, por ello pueden aparecer no solo en antologías y libros (impresos o digitales), sino en revistas, periódicos, folletines, etc. Además, en blogs, páginas web y en redes sociales a manera de imagen o mensajes de textos. En segundo lugar, en un mundo tan ajustado como el nuestro, debido al trabajo, los estudios y demás actividades, demanda de menos tiempo para su lectura. Imaginemos que alguien, en este momento, en algún lugar del mundo, ha sacado su celular y está leyendo una microhistoria colgada en la red social de uno de sus contactos. Antes de que terminemos con esta entrevista, ya la habrá terminado de leer.

—¿Qué aporta la minificción como género literario a los movimientos y voces de nuestros países latinos?

—La minificción, así como los demás géneros y el resto de artes, su aporte es variado y muy rico. En ella no solo encontramos el deslumbramiento ante lo bello o inesperado, sino también el registro de la manera en que el escritor ve el mundo que lo rodea: su cultura, su idiosincrasia, el amor, el desamor, el horror, la muerte, la injusticia, la desesperanza, entre otros. En muchas ocasiones, por supuesto sin perder su calidad como arte, la literatura se convierte en un medio desde donde emerge una voz que convoca, una voz que llama a la unión de todos hombres y mujeres para luchar contra la injusticia.

—¿Qué recomendaciones daría usted al escritor nuevo en el género de minificción?

—Lo único que podría recomendar es que aborden su escritura con la misma seriedad y empeño con que se escribe una novela.

—¿Cuáles son los siguientes planes editoriales de Luna Negra? ¿Habrá más convocatorias para integrar antologías?

—Por ahora estamos apoyando el proyecto de los estudiantes que conforman el grupo literario Ataraxia, del Instituto de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de Piura, el cuarto número de la revista digital denominada Letra Azul, cuya convocatoria acaba de iniciar hace poco y es de libre para los escritores de habla hispana de cualquier país. Del mismo modo, dentro de poco publicaremos un poemario en formato físico del escritor peruano Marín Córdova Bran, cuyo título es Ese pájaro ardiente. En cuanto a la siguiente convocatoria para una nueva antología, estamos pensando en lanzarla el primer mes del siguiente año. Mientras tanto, seguiremos promoviendo la difusión de la literatura tanto peruana como extranjera.

—¿Dónde encontramos los libros de los autores de Luna Negra Editores? ¿Puede darnos su páginas y redes?

—Los libros en formato físico solo los podrán encontrar, por el momento, en librerías de algunas regiones de Perú. Para información detallada podrían contactarse con nosotros a través de la página del grupo Krayom (https://www.facebook.com/krayom08). Para acceder a las publicaciones de libros y revistas digitales, pueden visitar la página web: https://krayom.wordpress.com/libros-digitales-luna-negra-editores/. Del mismo modo pueden explorar algunos otros materiales en la página: https://krayom.wordpress.com/

 

Para finalizar, “Tinta insomne” agradece el tiempo del maestro  Javier L. Vílchez para esta entrevista. Esperaremos con gusto los nuevos trabajos presentados por Luna Negra Editores. ¡No olviden descargar de forma gratuita la Antología: Microrrelatos de horror escritos por mujeres!

Fabiola Morales Gasca

Fabiola Morales Gasca Licenciada en Informática por el Instituto Tecnológico de Puebla. Egresada de talleres literarios en la Casa del Escritor y la Escuela de Escritores. Terminó el Diplomado en Creación Literaria en la SOGEM-IMACP de Puebla. Maestra en Literatura Aplicada por la Universidad Iberoamericana. Autora de los poemarios “Para tardes de Lluvia y de Nostalgia” 2014 y “Crónicas sobre Mar, Tierra y Aire” 2016 Editorial BUAP. Libros infantiles “Frasquito de cuentos” y “Confeti” 2017, BUAP y Libro de minificciones “El mar a través del caracol” Editorial El puente 2017. El niño que le encantaban los colores y no le gustaban las letras 2018. Luciérnagas 2020. Participante de varias antologías en España, Paraguay, Chile, Colombia y México. Lectora voraz y escritora incansable.

Fabiola Morales Gasca
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